LA MANO QUE APRIETA

sábado, 3 de diciembre de 2011

comerciantes, traidores e imbéciles

La traición como fundamento de la creación. Creación fecunda.
Se parte de una serie de intenciones, marcadas por el inconciente síquico o la voluntad divina, y se las concreta mediante el espectáculo, la literatura, la plástica. Entonces sucede el evento artificial... Mayoritamente intrascendente, o no. La cuestión es que sucede y ahí lo fecundo dese suceder.
Un ex compañero de morisquetas juveniles, abocado a la autoría teatral, me decía: "Feliz de vos que dejaste el teatro. No tenés idea todo lo que hay que lidiar con los demás, para poder concretar algo". No le contesté... Siempre hay confrontación con los demás, se haga lo que se haga. Además el artificio se hace para eso, para enfrentar, aunque se practique el hermetismo.
La creación artificial necesita de la traición y la imbecilidad. La trascendencia prescinde destas enajenaciones constructivistas, no tiene relación con las artes.

Cuaderno de recortes No. 2. 1979.-

comentarios:

lindo collage