LA MANO QUE APRIETA

martes, 27 de septiembre de 2011

humores melancólicos




Los viajes en el tiempo tienen la contundencia tremenda de la nostalgia, o la esperanza futurista, hacia uno mismo y para con los demás. Algo así planteaba el Hombre Milanesa de Pablo Suarez. Ese silencio mutuo que se hundía en el artificio.
La arqueóloga cordobesa Gabriela Peyrano siente que el joven Tutankamon pudo viajar en el tiempo gracias a la riqueza de su padre Akenaton.
Yo nací hace diez siglos en Galicia.
Existe una novela no escrita... No hace falta escribirla.

comentarios:

Seguramente tus papás no fueron ricos como los de Tut Ank Amón. Entonces... ¿que fue lo que te permitió reencarnar en la actual miseria?
De esos misterios hablaba Flammarión.