LA MANO QUE APRIETA

lunes, 1 de agosto de 2011

Cerca de la comentaria general


Entre la inercia y la concha de la lora (a cona da lora) siguiendo la configuración que me indicara el poeta Vera Miranda, hace media década (curiosa media hora) escribo este blog abierto a comentarios. Un inusitado comentador anónimo me compulsa a suprimir comentarios. Los comentarios generales de la vida deste blog fueron generalmente "qué bien" o "qué mal" tal o cual cosa escrita. Como si el blog se facturara para acumular comentarios, que creo es un sentido importante que se le da a esto en internet. Nunca fue mi caso. Por ejemplo mi amiga Patricia Breccia, anuló los comentarios de su blog hace tiempo y sigue publicando su historieta y novela personal como le canta su escatológica.
Anulo los comentarios, no por la polémica, por la chingada bifurcación de sentimientos, interpretaciones y demás pertinencias entre lectores. Lo hago por que soy el primero en prestarle atención (el mecanismo virtual me coloca ahí) y eso me resulta peligroso tanto para mi como para el casual que lee.
Entiendo el fenómeno. Cuando empecé, creo que escribí más "comentarios" en el blog "Inmaculada Decepción" de mi amigo Hugo Vera, que "posts" en mi propio blog. Pero el blog de Hugo es una Editorial virtual y el mío no.
En fin
Quel que quiera mirar, mire y si quiere leer, lea.

1979. Bs. As. Con el poeta Hugo Vera Miranda, en el parque Rivadavia, vendiendo libros.