Sería mojón, charco, pantano, barro embarrado... Ciénaga.
La geografía de los recuerdos merced a la acumulación biológica, que primero era de médanos y luego de ríos. O viceversa, como en el amor cuando una declaración literaria fue devuelta con un "viceversa", sin que los amantes supieran qué era una flauta traversa aunque llevaran su música en el alma.
¿Para qué recordar? Si el olvido es inmediato a la percepción aunque se documenten las bitácoras, los lejanos diarios íntimos donde se comentaba: "Hoy fumé marihuana", "Anoche murió la tía Aurora" y así hasta lo borroso.
sábado, 30 de abril de 2011
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Me voy a cortar el pelo. |
martes, 26 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
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La última cena |
La última cena es magra y austera.
Luego...
Alas seis menos cuarto (alas para aletear) se administran los desayunos y fusilaciones.
Sin embargo hay modorras y muchos dormilones prefieren ejecutarse por mano propia, al mediodía, e incluso a la hora del té. Prescinden del almuerzo pues quieren volar livianos de peso.
El ayuno predispone a alcanzar el paraíso con acento en la i.
Luego...
Alas seis menos cuarto (alas para aletear) se administran los desayunos y fusilaciones.
Sin embargo hay modorras y muchos dormilones prefieren ejecutarse por mano propia, al mediodía, e incluso a la hora del té. Prescinden del almuerzo pues quieren volar livianos de peso.
El ayuno predispone a alcanzar el paraíso con acento en la i.
sábado, 23 de abril de 2011
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Acerca del grosor de los soretes |
En el niño y la niña, llama la atención el grosor desmesurado de sus excrementaciones. La juventud y la madurez, mantiene esa volumetría -esa soltura- del cagar. La energía humana, la genética, la sexual, se percibe cuando la mierda es olvidada en el camino o servida en inodoros que no funcionan. El espectador casual destos materiales asombrosos generalmente no olvida lo que ve y construye mitologías acromegálicas. En cambio en el geronte es otro el cantar, se angosta el diámetro de sus deposiciones. El viejito y la viejita son de hilar fino. Ay de aquellos ancianos que ingieren quesos costosos y luego rompen sus culos buscando alivio digestivo.
La capacidad de apertura del ojete joven coincide con la actitud del ser que enfrenta la eternidad con el ímpetu del que ve que todo está por delante suyo. En cambio, la persona mayor, angosta su esfínter así como ajusta su espíritu a su circunstancia existencial.
El dicho popular "Que te garue finito" es un remedo del consejo con contenido social: "Andá a cagar finito".
El dicho popular "Que te garue finito" es un remedo del consejo con contenido social: "Andá a cagar finito".
miércoles, 20 de abril de 2011
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Me cagaron a palos. |
Una mezcla de boludez y violencia reemplazó a la maldad original. La maldad aquella que prosperaba antes del gnosticismo. Esto se sabe.
Cuando salí a recorrer a pata la ciudad en su hora mala, encontré lo que buscaba: un par de adolescentes me cagaron a palos. Yo aunque envejecido, tengo el disgusto de reaccionar como no se debe reaccionar nestos casos. Cuando se me vinieron al humo, uno por delante y otro por detrás reaccioné a los gritos y a las patadas, o sea que rodé por el asfalto, recibí castañazos por todos lados, provoqué frenazos de autos. Los chicos me manotearon del bolsillo los pesos que llevaba y salieron corriendo. No fuí tras ellos ni recojí los anteojos que en una imagen fugaz, volaron. Si, me recalcé una de las zapatillas que se había soltado. Me la calcé sin ajustar los cordones y emprendí el regreso a casa. Contuso, confundido y maravillado. En ese momento no sentí ningún dolor. A posterior y en silencio y al chequearme, lo más grave que gané esa noche, fue un hematoma interno que me duele al caminar.
Lo bueno deste entrevero (experiencia donde la muerte es un albur) es que fue como si no hubiera pasado nada, salvo un derroche de adrenalina, casi un rejuvenecimiento, un verdadero sacudón a la vida sedentaria que uno va construyendo. Inevitablemente la experiencia me llevó a los ensayos de "Libertad y otras intoxicaciones" donde los actores, arriesgábamos la vida gratuitamente y lo festejábamos.
Cuando salí a recorrer a pata la ciudad en su hora mala, encontré lo que buscaba: un par de adolescentes me cagaron a palos. Yo aunque envejecido, tengo el disgusto de reaccionar como no se debe reaccionar nestos casos. Cuando se me vinieron al humo, uno por delante y otro por detrás reaccioné a los gritos y a las patadas, o sea que rodé por el asfalto, recibí castañazos por todos lados, provoqué frenazos de autos. Los chicos me manotearon del bolsillo los pesos que llevaba y salieron corriendo. No fuí tras ellos ni recojí los anteojos que en una imagen fugaz, volaron. Si, me recalcé una de las zapatillas que se había soltado. Me la calcé sin ajustar los cordones y emprendí el regreso a casa. Contuso, confundido y maravillado. En ese momento no sentí ningún dolor. A posterior y en silencio y al chequearme, lo más grave que gané esa noche, fue un hematoma interno que me duele al caminar.
Lo bueno deste entrevero (experiencia donde la muerte es un albur) es que fue como si no hubiera pasado nada, salvo un derroche de adrenalina, casi un rejuvenecimiento, un verdadero sacudón a la vida sedentaria que uno va construyendo. Inevitablemente la experiencia me llevó a los ensayos de "Libertad y otras intoxicaciones" donde los actores, arriesgábamos la vida gratuitamente y lo festejábamos.
martes, 12 de abril de 2011
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las dos y seis minutos. |
Es la hora del lobo. Según Bergman, la maldad es dueña y señora del mundo en este momento. Este momento lunar, no solar. Es inevitable. Y dentro de unas horas, al vernos de cara al sol, todos los interlocutores quedamos al descubierto, los que por la noche se divertieron con el canibalismo y los que barren los cordones de las veredas por la madrugada, pues el transporte público es inmenso en esta calle lejana. Los que por la mañana festejan el culto solar, en su mayoría, lo hacen con cara de culo cultural, quemando nafta y rezando ante semáforos rojos.
Por mi parte, voy a festejar este momento lunar zambulléndome en él. Chao.
miércoles, 6 de abril de 2011
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El día partido entre el sol y la luna. |
Efectivamente, la brevedad simboliza con nombre propio dimensiones inmensas, que se alejan se mezclan en el olvido y la confusión.
La brevedad es cosa de tarados felices que abren la boca para decir algo y se convierten en boas, callan.
Tal vez la vida continúa después del silencio, después del balazo.
Antes o después de medianoche, cuando el tiempo se encuentra consigo mismo en la eternidad de la medianoche increíble, suceso antiguo, luminoso como el inalcanzable mediodía.
lunes, 4 de abril de 2011
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Amigos. |
Un amigo decía que lo que escribía no lo leía nadie y entonces bebía, o no bebía. El leer es una costumbre curiosa del ser humano. Alguien tiene que escribir para que otro lea y empieza escribiendo para leerse a sí mismo. La amiga de un amigo que escribía y no publicaba, le dijo: "Si serás egoista que privás a los demás de tu poesía". Generalmente cuando un amigo lee lo que escribió otro amigo, soporta el discurso dignamente, o no. Cuando alguien lee los escritos de un escritor reconocido por una multitud de amigos, dice de él: "Es un amigo" porque el lector se siente involucrado en el decir del decidor. O no. Preguntarse "¿Para qué se escribe?" es como preguntarse "¿Existen los ángeles?" "¿Existen los vampiros?" "¿Dónde para el 84?"... Son preguntas que un amigo le hace a otro amigo y las respuestas son terribles, rompen amistades sin dar certeza, sin dar pie con bola.
domingo, 3 de abril de 2011
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Pétalos antiguos. |
Pétalos de una flor encontrados dentro de las páginas de un libro surgido de la compra de una biblioteca. El libro trataba sobre las costumbres en el antiguo Egipto, y el propietario del libro (fallecido) se dedicaba a la herboristería.
Alguna sapiencia -presumiblemente simple y segura- sobre el arte de conservar cadáveres, estaba a la vista, pues los esqueletos vegetales (a partir del momento que los descubrí... Se cayeron de mis manos, se superpusieron con otros objetos, les pasó de todo) una vez sacados a la luz, permanecieron impecables, tal como estaban dentro de las quietas páginas del libro (ilustrado y de edición económica) cumpliendo un destino momificado, que gracias a mi curiosidad libresca, no fue.
Escaneo 2011.
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