El otro día me encontré con el Vendedor de la Solidaria, y le pregunté: "¿Sabés algo de Zhirinovsky?"... "Hace cosa de un año lo encontré a Vladimir por San Telmo, con un amigo mejicano, tomando vodka, fumando..." "¿Todo tranquilo?" "Todo tranquilo... El hombre ahora andará por los sesenta y pico..."
viernes, 31 de diciembre de 2010
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¿Qués de la vida de Zhirinovsky? |
domingo, 26 de diciembre de 2010
martes, 21 de diciembre de 2010
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¡Felicitaciones! ¡Has vendido tu alma! |
El comprador pagó lo acordado y la vendedora se esfumó, no entregó su alma.
Considerándose ciudadana deste mundo, la vendedora pidió y recibió 40 pesos por su alma (hoy por hoy: diez dólares).
Mercado Libre cobró el porcentaje correspondiente (10 % de la transación).
Pese a la oblación sin consecuencias, el comprador calificó "neutro" a la vendedora.
La vendedora no volvió a vender su alma.
domingo, 19 de diciembre de 2010
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tropel de arquitectos que sueñan |
No el equilibrio
Si la dura irrealidad
Dichos, vinos y humos nel tiempo
No se a quien se le ocurrió "Dí tu palabra y rómpete" (tal vez sí lo sé) y desde entonces los cordones ecológicos no dan abasto acumulando humores melancólicos
Carisma del decir
Irrealidad
Equilibrio.
sábado, 18 de diciembre de 2010
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Acerca del moldeo en escultura |
Casi nunca moldeo para construir esculturas, pero dispongo de un par de moldes útiles. Uno es el de una calavera humana, que una vez copiada me permite armar faciones varias sobre ella. Una de estas calaveras la tenía en la librería de la calle Bolívar. El resultado era de papel y la había pintado e incorporado flores secas. La había dispuesto sobre un adorno de yeso pintado y la combinación mostraba un collage interesante. Un día, descubro al adorno sin la calavera... Mi socio me explicó que se la había prestado a su hijo porque el muchacho tenía que dibujar un cráneo para la escuela.
Pasó el tiempo. Disolvimos la sociedad. Planteando la recuperación de mis esculturas que se encontraban en el local, le recordé la calavera de papel pintado... Silencio. "La calavera se perdió". Sobrevinieron explicaciones huidizas. En fin, no había arreglo. "¿Cómo puede ser?". "Y bueno... ¿No podés hacer otra calavera, copiar otra del molde?". "No -le contesté- Era una pieza única, irrepetible. Lo que pinté sobre ella jamás volveré a hacerlo. Te mandaste una cagada. Si en vez de la calavera fuera tu hijo el que se perdió... Cómo te caería que te dijera : ¿Por qué no te cojés a tu madre y haces otro?"
Frontispizio. A. Santi-Mistretta. (Principios del siglo XX)
viernes, 17 de diciembre de 2010
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la novela de Hugo |
Tal vez, la "novela" sea el conjunto de todas esas manías que no llegan a fondo porque se superponen y Borges prefería mandarlas por separado. Sin embargo el Ulises de Joyce es un hecho. El "Quijote" y las "Quijadas de Andrócles", también.
Este ejercicio de "post", donde se sueña un post office colmado de dinosaurios jugosos que resulta ser un anotador de correcciones interiores, una lata de un kilo de enduído para paredes, útil para mil corporizaciones más porque las municipalidades suelen ser gigantescas; es distorsión narrativa, esencia de expresión literaria.
La cosa viene del verbo y de los verbos. Cuestión que puede ser cedosa o sedosa o marranicosa, como durante el apogeo de las cienciaficciones antiguas.
Sucede que Hugo quiere escribir una novela en Puerto Natales. Una novela del Oceáno Pacífico, memorizando oceános melancólicos.
Collage. Scully-Jones. 1978.-
sábado, 11 de diciembre de 2010
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extravagancias de la venta ambulante |
El doctor G. sigue con malos amores. La pensión que está cobrando se esfuma en el acto. Siempre hay una mujer que espera el pago para llevárselo volando y el doctor queda solo con su pase para viajar grátis y su auto lástima: "Ayer conocí una chica hermosa de treinta y cinco años y hoy me torció el rostro. No me dió más bola". "Es que vos con las mujeres, tenés un comportamiento baboso ¿No?" "Si. ¡Soy así!"
Me vino a ver para pedirme libros con el fin de venderlos en el parque Lezama. "¿Y... Qué tal? ¿Vendés?" "Más o menos. Hasta ahora no me queda mucho porque Marucha viene a acompañarme y cada vez le tengo que dar un mínimo de 50 pesos y si vendo algo más, también se lo lleva". "¿Marucha es la mina, esa vendedora ambulante que me describiste como una mezcla de caballo y gorila con los labios pintados?" "Si". "Hay una magia en medio del velorio ¿verdad?". "Si".
Le regalé una bolsa con libros y cuando empezó a hacer genuflexiones y a agradecer desmesuradamente, lo reté: "No hagas eso. No agradezcas. Puteá".
Mansamente, el doctor tomó su ruta incierta.
Topografía del Paraíso. Antonio María Nardi. Dibujo. 1953.
viernes, 10 de diciembre de 2010
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la gula y el enema |
El otro día comentábamos con Paolo que un bajón que da la vejez, es la tristeza vergal, el porongo de capa caída. Sobrevino una melancólica rememoración de pijas duras durante la adolescencia, juventud y madurez, pijas que permitían enfrentar la vida con brío y seguridad. Cada uno a su manera. Paolo surcando una vida técnica profesional y yo, la carambola artística que incluyó el mangazo organizado.
Es fácil desviarse del discurso original, aunque aquí no trato de ir a eso. Las consecuencias, lógicas o no lógicas, azotan cualquier relato, cuento, etc. donde discursear es un atrevimiento de palabras al dope. Quiero decir quel discurso cuando empieza va dando pautas para ramificarse y evadirse del carozo textual. Es algo que aleja a los lectores de la lectura y que por ende puede hilar al lector con lo escrito.
Paolo y yo hablábamos de una realidad deprimente, aceptándola. Celebrábamos la situación comiendo frutas y bebiendo agua mineral. Le dije:
"Tratemos de encaminarnos a la santidad, a lo etéreo que se esfuma. La experiencia artístíca siempre es una introducción, un arrimar una puntita o puntazo a un centro importante. Al acertar comprobamos el error (arte) dese acierto. Ahí hay dos caminos: la gula indiscriminada o el enema y el ayuno. La gula liquida la historieta, espontaneamente. El enema (de agua fresca) lleva a un apaciguamiento físico y mental que configura para la recta final, una santidad que suele ser apreciada por damas y damitas con sentimientos gerontofílicos".
Paolo estuvo de acuerdo con esta propuesta y un par de horas más tarde, él se despachó un plato de tallarines al pesto y yo un litro de cerveza negra con jamón crudo.
Topografía del Purgatorio. Antonio María Nardi. Dibujo. 1953.
lunes, 6 de diciembre de 2010
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el mundo propio |
Entre el sueño y el terreno, hay una vigilancia. Conexión de anormalidades que nunca se definen como propias o ajenas pero que mantienen una sorpresividad cotidiana.
Cuando despierto no se quién soy y entiendo que nadie lo sabe. Se parece al susto que se sufre ante la conciencia de ser fusilado sin que la fusilación se haya llevado a cabo. Kafka lo cuenta en "la metamorfosis". Sorprende verse convertido en cucaracha, avergüenza. Sin embargo uno siempre fue esa cucaracha vieja que amanece. Samsa teme la confrontación social y sin embargo los blatodeos de tamaño humano ocupan los asientos del transporte público con la naturalidad más pasmosa, centrados en sí mismos, tanto en la ciudad como en el campo, engullendo galletitas sin sal, soplando gases internos, siempre embutidos en vestimentas varias. Al respecto, Sergio Mulet era un reconocedor de blatodeos y solía saludar: "¿Qué hacés? ¡Cucarachón!"
De todas formas la asunción terrenal cambia los colores de la percepción y el entorno, y uno mismo parece ser quien era y estar donde estaba. Por eso los espejos, que a veces son los ojos de otra persona, llevan a otro mundo.
Topografía del Infierno. Antonio María Nardi. 1953.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
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Amo Bob Esponja ¿Entendés Jhonny? |
Maruja Móntez díjome que yo me copaba mucho con la muerte, "como siempre". Pero, carambolas, siquiera la Nada Premiun con tratamiento hepático incluído, las metáforas tienen mucho deso con gestos, circulares, literarios, maníacos. Lo vea quien lo vea, son maniobras artifícias que se hacen mientras se respira por las narices o por el culo. Es la retórica joven que nos aleja del gusano primero. Asombros de aquel García número Uno, que en el transcurrir los siglos sería un tío mío, ni más ni menos aquel tío García, al que mi padre joven, puso de rodillas rogándole que no lo matara, por no se qué historia burocrática de García con la hermana de mi progenitor.
Es que... Maruja... la muerte llevose todo y la memoria se convirtió en una agencia de informaciones que tergiversa las situaciones cardiovasculares y canapés cerebrales.
De todas formas, la fantasía tiene ectoplasma y es materia que vuela, lo cual no es novedoso.
domingo, 28 de noviembre de 2010
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metaphöra |
Arte del decir, de dar al lenguaje hablado o escrito, la capacidad de conmover, espantar, persuadir, disentir. Arte dual. Nunca monótono ni solitario, así apunte al olvido o a la difusión.
Según Calle, el poder de la palabra, reside en su olvido, pues si se la memoriza cambia su significado.
Secretos hay muchos. Los importantes (cuatro), son los imposibles (difíciles) de entender, validados por el verbo (la acción).
Otras especies como ser las hormigas, no necesitan entender esos secretos, los ejecutan a través de su evolución.
Nosotros comentamos, configuramos, diseñamos, etc.
Calle sabía que eso no podía seguir así...
Facsimilar de la firma autógrafa del primer García, allá por el 909.
viernes, 26 de noviembre de 2010
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De Gregorio viene a tomar mate con Yoel. |
A eso de las 9 de la mañana, De Gregorio me llama y pregunta si puede visitar. Dice que va a permanecer no más de media hora pues va camino al Alvear. "Si".
Alas 9.30 llega y pela su equipo. Ríe: "Ahora vengo con mi yerba, mi termo, mi mate y mi bombilla. Solamente tengo que pedirte agua caliente". "¿Cómo querés el agua? ¿Bien caliente? ¿Templadita?". "Templadita". "¿Cuántos grados?". "Setenta".
Mientras voy a los menesteres, me cuenta que está escribiendo una tésis sobre el alzheimer, que para julio del año entrante va ir a leerla a Londres, con todos los gastos pagos.
El agua está a punto y se la sirvo en su termo. La temperatura le parece bien pero el caudal le acontece escaso: "¿Por qué tan poca agua?" "¿Necesitás más?" "¡Por favor! ¡Qué amarrete!... ¿Quién sos?... ¿Aguas Argentinas?"...
Su identificación me hace permanecer un instante quieto en la Nada. Me llevo una mano al corazón y le confieso: "Tenés razón. Siempre quise ser ´Aguas Argentinas´. Cuando niño soñaba con ´Obras Sanitarias de la Nación´... Nunca llegué a ello".
De Gregorio se conforma con el agua necesaria para cubrir un par de mates.
Antonio María Nardi. Inferno, XXXIV, 28,29. Detalle (1951)
miércoles, 24 de noviembre de 2010
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Los garbanzos de la brisca. |
Los garbanzos se disipan tenuamente,
el dinero es contante y sonante,
el riesgo es un sonajero.
Maraca, cascabel, campanita, mientras tanto las braguetas sin uso se amontonan
aparentemente. Y calladamente.
¿Es que tienes algo en mente?
Tengo un par de direcciones en el interior deste país...
Insolencia solvencia,
solvente y sol
¿Te acordás?
Los garbanzos siempre estuvieron presentes y ahora se fueron a las nubes, que no es muy lejos que digamos.
sábado, 20 de noviembre de 2010
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los modales de la actuación |
Ayer mientras anochecía, me decía Mordeiro que es un hombre pequeño con cara de bueno y que pinta sobre pieles secas de mamíferos: "Mis ojos ya no ven. Ya no puedo leer nada... ¡Tengo ochenta y cuatro años!" Las últimas palabras las dijo con la complicidad de quien confiesa entre amigos, ser un vampiro. Más esas no fueron sus últimas palabras, al despedirme le expresé una promisión espléndida: "Nos vemos el viernes que viene".
Se trataba de una pieza en un acto, donde unos 20 actores interpretábamos a artistas plásticos y organizadores de un concurso pictórico. Acto breve y socarrón (mordisquito en el alma)donde algunos intérpretes sacaron fotos de otros intérpretes que hablaron por micrófono.
Terminado el evento, caminando en la noche joven rumbo a casa, me crucé con Tita Merello cuando ella aún no había cumplido 20 años y estudiaba filosofía en la calle Viamonte. Me hizo un gesto amable, un compendio de comprensión del teatro de la vida. Un flechazo a los ojos. Respondí a la mirada con la misma carga emocional y seguí mi camino, embelesado de amor perdido.
Tita Merello. Foto de archivo. 1962.-
miércoles, 17 de noviembre de 2010
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Borle retrata a Arlt. |
Hace meses que Arlt está nel patio del fondo, apoyado en una balaustrada, mirándose nel infinito, esperando una restauración material, está lleno de rotos y quebraduras y la acción de la lluvia lo empeora. En realidad se está construyendo a sí mismo, su imagen se está dibujando. Borle, hace unos días, pescó la transición.
martes, 16 de noviembre de 2010
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angelidad |
Según Magoya, los ángeles serían humanos. Personas que convirtieron sus energías sexuales (génesis) en espirituales. Sobre los ángeles (los anhelos) se escribió bastante y hoy se siguen publicando barbaridades. De todos, Emanuel Swedenborg es el que prescribió la teoría más respetable, prescindiendo del oscurantismo popular y normativo.
Paosolini es el que mejor lo representó en cine (el ángel que en "la Pasión según San Mateo", le anuncia a José que el embarazo de su mujer, María, fue obra del Espíritu Santo).
Para mi el ángel tiene que ver con la casualidad, como cuando el maestro Calle apareció en el TEC de Cali y marcó la disciplina que más tarde me inculcó en Bogotá y que sería recalcitrante en la isla de San Andrés...
lunes, 15 de noviembre de 2010
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En cuanto a lo que parece un partido de fútbol. |
Resucitar es un acto que debe ser cometido en vida o que debería suceder mientras se vive. El "dejar ser" construye pesadillas, pues mientras uno deja de hacer, otro se encarga de "hacer", y hace lo que no debería ser hecho. Se construyen humoradas trágicas que pueden llegar a lo insoportable y permanente, incluso resultados contrarios a la intención. El joven Bergman pensaba que "El demonio nos gobierna", y este creador en su ciclo, llegó a no entender lo que entendía, pues el tiempo no alcanza cuando se facturan catedrales, cuando la resurrección se muestra a los demás.
Desde pequeño me llamó la atención la fisiognomía de los políticos deste mundo. Parecían seres irreales, generalmente groseros. Tal vez no eran tantos como los de hoy día, y eso es lo que creció conmigo: las mascaritas desgarbadas y desubicadas que antes me parecían señores (y señoras) mayores y ajenos, que ahora me parecen jóvenes descarriados. Puede tratarse de personas maduras, pero les doy el halago de la juvencia porque en general son menores en edad respecto a mi.
Cómo dijera un anticuario hace unos años: "Los viejos son una mierda. No merecen respeto". Este anticuario también practicaba y practica la "política". Es capaz de cualquier cosa con tal de mantener su situación social mientras dura su cuarto de hora.
No importa quién o quienes resuciten. El fuego se apaga con fuego.
"Despaldas". Foto Borle. Noviembre 2010.
domingo, 14 de noviembre de 2010
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Mañana de domingo. |
Anthony Quinn en "Zorba el griego" dijo quel peor pecado que puede cometer un hombre, es no satisfacer el deseo de una mujer. Me lo tome a pecho, jamás olvidé la expresión intensa de Quinn al decir eso. Esa toma cinematográfica -junto con otras- fue un axioma de mi santuario interior. Claro que el resultado fue al revés. Cuando pienso en las mujeres que dejé de a pie, me sé sin perdón de Zorba.
La relatividad de las cosas funciona como consuelo. De la misma forma, el peor pecado de una mujer es no satisfacer el deseo de un hombre. Esta realidad -también inversa- construye las ausencias...
Perdí el camino que no conocí. Que creí no conocer en mi crianza misteriosa.
jueves, 11 de noviembre de 2010
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El aguante profético. |
Es vieja gañota quel buen profeta profetice desastres pues si anuncia beneficencias sería un mentiroso, un mal profeta. Las matemáticas y la remota guía sevillana de profetas, lo avala.
Esta profecía genérica (prevención social, ecológica e individual)es un humanismo radical pues entre los mamíferos, el hombre es el único que filosofa, relee, pronostica y gana dinero a la quiniela.
Sin entrar en moralismos, aceptando los acostumbramientos que la vida en sociedad me dió, juego a "la vida y la muerte", ques un juego muy divertido parecido al de "el policía y el ladrón". Se juega colocando libros para vender en internet. Los libros en cuestión que aparentemente se presentan como "tratado de carpintería" o "la biblia en idioma gallego", contienen secretos de difusión anárquica que brindan consecuencias inesperadas que hay que enfrentar entre los implicados (jugadores).
La actitud lúdica se parece a cuando el hombre empieza a ir a la escuela primaria...
sábado, 6 de noviembre de 2010
jueves, 4 de noviembre de 2010
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Josefa y Josefo se buscan y no se encuentran |
Josefo se planteaba planteos que no germinaban, pues dejaba mucho ser a la hoja vacía, vacía. Llamaba a Josefa y le preguntaba "¿Por qué el tomatero no da tomates? ¡Hija de una gran puta!". "Si serás macaneador y pecador... ¿Es que acaso es mi culpa que hortalices la fruta? ¡Tacaño! ¡Negrero!"
La Josefa usaba cuatro medias en cuatro piernas, que no todas eran de ella, pues dos eran de decoración y en las restantes anestésicas, la doña guardaba monedas de oro en sus dobleces. El Josefo lo sabía, más su interés no era el oro sino (alma de su alma) la simple mujer madura en sí, que barriendo y acicalando vanidades ajenas se había convertido en un José con cara de sifón y eso era un complejo de inferioridad varonil. Cuánto mejor hubiera sido para el Josefo haber nacido simple diosa y especializarse en las químicas que bullen durante los mediodías y las medianoches. Los Josés con soda habían olvidado sus raíces. El don y la doña.
En un principio el Josefo y la Josefa fueron un solo ser de simple alegría y fiesta incesante que se ganaba la vida limpiando oficinas públicas, atendiendo pizzerías, manejando taxímetros y siempre girando y girando.
El súbito amor que el andrógino sintió en la década de los cuarenta por Elisa Galvé, luego de ver a la actriz protagonizando un argumento de Borges en el cine, separó al cuatro piernas original en un dos por dos: un Josefo y una Josefa. El fenómeno sucedió durante la tarde de un "martes de damas" en el Cine Ateneo que estaba en la calle Piedras entre Chile y Méjico.
Foto de estudio de Elisa Galvé. 1941.
lunes, 1 de noviembre de 2010
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El sabor de la panela y el caballo que libera el alma |
El transcurso del tiempo siempre me resultó digno de asombro. Sin darme cuenta, le rendí culto.
El agua panela fue una desas sorpresas. Repentinamente en el clima lluvioso de Bogotá en 1970 me volví adicto al agua panela, a ese tecito que se lograba disolviendo en agua caliente un trozo de "miel de caña sólida". Su sabor, su olor, me volvió colombiano, me adaptó a esas tierras que recorrí centrándome siempre en Bogotá como carozo de mi agua panela. Todo era mejor con agua panela.
Luego el tiempo hizo de las suyas y aquel querido brebaje quedó como recuerdo inconmensurable y alejado, durante cuarenta años. Hace unos días un amigo colombiano de aquella época me escribió de allá y me dijo: "Oye Yoel voy a pasar por Buenos Aires ¿Qué quieres que te lleve?". "Panela".
Y la panela volvió a mí, intacta, la misma, la mejor, la única. Bebí un agua panela,
-y siguiendo el consejo de una amiga que me recomendó cabalgar para superar bajones existenciales-, abrí la puerta de calle, el viento sopló violentamente, monté a caballo y aferrado a sus crines, volé en medio y a través del tiempo. Esto sucedió en lo que aparentemente fue salir a comprar el diario.
viernes, 29 de octubre de 2010
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Llevale a Silvia el queso para la pizza. |
Libros entre espejos, librejos, tiempos viejos hasta la media tarde.
Qué carajo
Es que luego, hacia la noche, esto se llena de gente.
Aunque las discusiones comiencen desde temprano,
discusiones gramaticales que no se resuelven por más balazos que incentiven los discursos.
A nadie se le ocurre que hay que dormir,
nadie piensa en ello o aquello.
Y los libros son tenues, increíblemente inalcanzables pues nadie se pone a leerlos porque casi nadie es idiota de nacimiento, idiotismo que se logra viviendo en democracia, estudiando y comiendo polenta con flores del bosque.
El doctor Pandolfo, el doctor citado en libros inéditos, mientras su juventud se icineraba, usaba los libros para fotografiarse con ellos. Los había leido de niño y después creía en ellos mientras que sus compañeros de tobogán, no.
Como sucede habitualmente, el borrón no abre otra cuenta, aunque los libros se compren y se vendan.
Fotograma de una escenografía de la película argentina, protagonizada por Elina Colomer, "Escándalo nocturno". 1951.
domingo, 24 de octubre de 2010
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islas |
Una vez una lancha motora, en Brasil, fue desde una costa al norte dese país hasta una isla rodeada de mar violento y hermoso. En la isla se desarrollaba una fiesta a la que los viajeros no debieron haber ido.
Otra vez, una lancha comercial del delta del Tigre, en medio de una noche, dejó a los viajeros en una isla equivocada. Se desató una tempestad. Entonces aparecieron dos historiadores protectores, que le explicaron a los navegantes errabundos, quel pasado había muerto.
También hubo un barco que llevó a los viajeros desde el puerto de Colón (Panamá) hasta la isla de San Andrés. Los transeúntes huían de problemas legales y viajaban por mar acarreando un automóvil antiguo. Meses más tarde viajaron nuevamente en barco, desde la isla hasta Cartagena (continente sudaméricano). El viaje duró tres días y en medio del mar, un mar tranquilo y soleado con el mismo horizonte deslumbrante en los cuatro puntos cardinales: el mar y el mar, la felicidad duró una eternidad. El barco era pirata y además de viajeros clandestinos que pagaban pasajes baratos, transportaba armas.
Los viajeros siempre eran otros, aunque alguien hilara los hechos.
Pintura de Kat Enrique Calle, "Isla", publicada por Franco Galería. Bogotá. 1999.
viernes, 22 de octubre de 2010
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La Bestia, primera versión. |
Finales del milenio pasado. El planteo era Gardel montado en un perro Pluto diabolizado hasta siete cabezas. Gardel ofrendaba la copa de la abominación (un vaso de yogur entero).
El resultado fue desordenado. Entonces, al empezar el milenio nuevo, le corté seis cabezas a la Bestia que quedó con una sola (modesta), de Pluto licantrópico.
Gardel se convirtió en un ratón Mickey que quedó tendiendo la mano pidiendo dádivas (actitud teatral trashumante).
Con las seis cabezas cortadas armé dos conjuntos escultóricos que grotescamente homenajeaban a Walt Disney.
En el culo de Pluto, adherí una máquina de calcular antigua.
La nueva versión la tengo fotografiada por atrás del blog, en "entradas antiguas".
Taller. 1999.
miércoles, 20 de octubre de 2010
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iluminación del amanecer, iluminación del atardecer |
La misión sería, recuperar las esculturas que están en la galería De Santi, las que están acorraladas en la librería de la calle Bolívar. Traerlas acá, disponerlas teatralmente, y mirar tranquilamente hacia cualquier suceso alarmante que llame la atención.
O no.
martes, 19 de octubre de 2010
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A través deste bolindroqui. |
Es el tradicional aburrido consecutivo bolindroqui de los suspiros intensos de las resoluciones humanas.
Teclas consecuencias, desvelo intacto.
Bolindroqui que viene de lejos durante esta estadía y sus variantes. lo que fue siendo. Cabezadurismo inexpugnable, aunque nunca repetido, se parece a si mismo en su constancia. Constancia del pecado y la irreflexión. Pecado de los días buenos. Pecado de los días malos.
Leyendo y escuchando, aprendo a decir, aunque el asombro no me de tiempo a entender las tertulias. Cuando se habla no hay tiempo para pensar.
Además...
Quidronibol, incluso iquordnilob según Lewis Carrol, pues de pronto en medio de los sucesos que se deslizan, un fantasma me llama por teléfono desde el pasado y contabiliza las vidas aquellas y nuestras, desde una nonagésima postura existencial. El fantasma vital y móvil en cuestión calma los ánimos, dice que ya todo ha sucedido o que falta poco para quel olvido libere a la historia que aparenta tanta incertidumbre.
El fantasma que acontece no es el mismo de décadas atrás. Día a día le llegan nietos nuevos y con voz cristalina y alegre me deja sus teléfonos: celular y de línea.
Fotografía de Tita Merello. 1962.
lunes, 18 de octubre de 2010
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Borges en la puerta de casa, con basilisco. |
Es otro ángulo, otra toma de la misma escena publicada aquí en un post viejo.
A Borges lo vendí luego de una cirugía, mediante la cual lo separé del basilisco. (Bestia que hacía de lazarillo y mascota del maestro). El basilisco, mezcla de gusano y gallo que mataba a todo el que lo mirara, quedó convertido en lo que titulé "el aviador".
La intervención que separó a Borges del basilisco, fue feliz y sin complicaciones. A lo sumo, el bastón de Borges presenta ahora en el punto de apoyo, un engorde sospechoso que se derrama por la base.
sábado, 16 de octubre de 2010
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El astrólogo y la enredadera. |
Ha mediados de los noventa. El Astrólogo (el comandante de los 7 locos) estuvo por un par de años en el patio del fondo, a la intemperie.
La enredadera de aquel entonces que crecía desmesuradamente y se infiltraba en las distintas propiedades que rodeaban mi lugar de estadía, se entremezcló por los vericuetos de la escultura.
Escultura. 1994. Fragmento.
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La bruja expropiada |
Nel 2002, esta "Bruja" que hice en 1990, desapareció entre un montón de otras esculturas, en medio de promesas prósperas europeas.
Un día hablando por radio con Antonio Carrizo, cuando conté sobre las expropiaciones ejecutadas sobre mi trabajo, rió y dijo: "Conozco. Las cosas viajan al exterior y no vuelven. Sé deso".
Construcción. 1990.
jueves, 14 de octubre de 2010
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la multiplicación de las llaves |
Cuando en el Hogar clausuraron la habitación matrimonial del Sergio y la Santiaga, les quitaron las llaves. Eran dos. Una se guardó en el "Tesoro" de la institución y la otra me la dieron a mi con la responsabilidad de que en ningún momento les abra a la Sergia ni al Santiago, sin la presencia de alguna autoridad de la institución.
En mi celo, guardé la llave en cuestión en algún lugar seguro de mi casa. Cuestión que cuando tuve que ir a abrir para que Santiago recuperara alguna ropa, ninguna de las llaves que llevé en mi llavero abrió la pieza. Hubo que tramitar en el "Tesoro" la permisión de usar la llave allí custodiada. Abrimos, cumplimos con el menester. Cerramos y dejé la llave nuevamente en el "Tesoro".
Hoy Eduardo me convocó para que fueramos a ordenar todo, sacar todo. "Traé las llaves" me dijo y yo, por las dudas llevé todas las llaves que encontré (alrededor de doce acitras).
Llegamos y no encontramos a Santiago. Pero abrimos la habitación.
Entonces sucedió el milagro: la primer llave que usé, abrió la puerta. Me extrañó. Volví a cerrar y a abrir nuevamente usando otra llave: la puerta se abrió. Probé todas las otras llaves y todas abrieron la cerradura. Cerradura que en mi primer visita me resultara inexpugnable y ahora mi docena de llaves distintas, todas abrían.
A Eduardo este fenómeno no le extraño ni le pareció comparable con la multiplicación de los panes y de los peces, del Cristo. Me dijo: "Me parece que le estás dedicando demasiado tiempo al blog. Que deberías dedicar esa energía a algo más importante para vos".
miércoles, 13 de octubre de 2010
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Medio siglo antes de los aloes |
Vivían mis padres y Santiago trabajaba de techista en casa. Donde hoy se enmarañan los aloes, había un cantero nuevo, casi una construcción funeraria, un hueco lleno de tierra y algún malvón. El acceso al terraplen era fácil tanto para los gatos como para los humanos y Santiago se encontraba acomodando libros en la terrazita que hasta ahora llamé "terraplen". O sea, la terrazita tenía característica de fortificación, de asentamiento ante las inclemencias sociales y terrenas. Por ejemplo servía para acumular un par de toneladas de libros, a la imperie, protegidas por lonas.
Andaba Santiago haciendo equilibrio en esas alturas, cuando Stalin (mi gato de aquel entonces. Gato gris y grandote que cargaba un desprecio inconmensurable hacia todo lo humano)se le cruzó entre las piernas, le hizo perder pie y caer a pique sobre los escalones de cemento.
No gritó. Se hizo mierda. Yo estaba en el patio lindero y escuché algo así como un cajón que se estrellaba. Mi reacción fue de enojo: "¡¿Qué carajo está haciendo este pelotas de humo?!". Me asomé y quedé congelado. Santiago estaba con el culo para arriba, tenía la cara amarilla cadáver, los ojos inyectados en sangre, de la boca le brotaba espuma y un gargajo chirlo y largo, fluía. Lo ayude a sentarse en el patio y el hombre ante mis solicitudes de llamar una ambulancia o ir a un hospital, me mandaba a la mierda. Me dió una orden: "Callate. Que no se entere tu mamá".
De a poco se fue parando y sobrellevando los huesos que se le habían roto, empezó a irse. Como que lo importante del accidente era alejarse de él.
Traté de frenarlo pero no pude. Me mandó a la mierda quinientas veces. Ya en la calle mientras se alejaba rengueando y corcoveando, para que no lo siguiera me dijo: "No pasa nada. Aparte de morirme ¿Qué va a pasar?". Arrebató con asco un billete que le tendí y se fue.
Tardó un montón de tiempo en recuperarse (sin la mínima asistencia médica por supuesto), pero al otro día del golpazo, ya estaba de nuevo trabajando conmigo. Lo único que a cada movimiento que hacía le dolía todo y entonces gritaba y puteaba. Parecía que cantaba flamenco y había que dejarlo solo, no ofrecerle ayuda, porque te cagaba a puteadas.
Después, tiempo después, el Chileno me trajo una enredadera que cubrió no solo el cantero, sino que toda la casa y esa enredadera hizo historia en el barrio porque se extendió por toda la manzana.
A finales de siglo, dicté un taller de escultura en papel mache y una alumna me regaló un manojo de aloes, que proliferaron.
martes, 12 de octubre de 2010
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el camino a través de los aloes |
Es el que han construido los gatos para desplazarse a través deste matorral espinoso y suculento que hay en casa.
Los aloes tendían a encimarse unos con otros, endureciéndose sus hojas y afiladas puntas, haciendo sangrar fácilmente a cualquier mamífero que se acercara a él. Así cada vez que cortaba una hoja para usar su savia, esta me pinchaba y yo sangraba.
La furibunda rosca de aloes dividía el paso entre la escalera y un terraplén apacible y deshabitado.
Los gatos amaban ese terraplen, pero para llegar a él debían dar saltos ornamentales exagerados o lastimarse las pieles.
En un principio los vi comenzar a pasar dificultosamente, entre los aloes impenetrables y la pared. A los pocos días los agresivos vegetales que se encontraban contra la pared, estaban destruidos y sus espinas eran blandas. Las del otro lado del cantero seguían duras.
Merced a la persistencia y metódicos meados, los felinos habían armado el camino a través de los aloes y usaban el inexpugnable terraplén para tomar sol, lamerse y a través desa vía, alcanzar terrazas vecinas.
domingo, 10 de octubre de 2010
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Borges-Patoruzú |
¿Hace diez años, lo hice?
Más o menos... Lo terminé, Sheinshon lo expuso y el ingeniero Fiterman lo compró al toque, antes que pudiera fotografiarlo. De todas formas me quedó esta instantanea pobre durante aquel Arteba.
Varias veces había hecho a Borges jugando al truco: con la Sombra, con la Muerte, etc. Trabajé mucho sobre la querida imagen de Borges.
Una experiencia ajena centrada en Londres, me chupó todos los Borges como con una aspiradora y la expropiación me dejó sin ganas de volver al tema. Claro que ni Borges ni yo, teníamos la culpa.
Escultura en papel maché.
sábado, 9 de octubre de 2010
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"Oscar Novoa". |
1967. Antes de estrenar "Libertad y otras intoxicaciones" y usar el "Yoel". Vaya uno a saber que conexión con qué. Fue mi primer impreso en un medio público. "Sol de América". ejemplar 1. Dirigía Anibal Otero al que recuerdo como un hacedor teatral. En ese número había un artículo de Rodolfo Kusch. Un cuento De Brascó. Leo Sala explicaba "Julieta de los espíritus" de Fellini, y se hablaba de Marta Minujin, Alejandra Boero, Gené... Hebe Conte, la amiga de Rubén Masera, publicaba un cuento.
Después hubo un país extraño, difícil de ubicar entre otros países, donde habia una explanada al mar, y pese a la calma imperante, era necesario hacer tiempo sin ningún tipo de futuro al término de ese tiempo. Era tan decisiva la espera que no se podía hacer otra cosa salvo merendar y admirar, pues la geografía y la experiencia estaban contra la pared. Entonces, después de unas cuantas vueltas carnero, en uno de los días del parque Rivadavia, un ejemplar de "Sol de América" llegó a mis manos. Lo puse a la venta en oferta a 2 pesos y no lo vendí. Ahora, años después, escaneo mi cuento dese ejemplar, que haciéndole click-click, se agranda y se lee mejor.
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Aceptación del entorno. |
La manivela que Eduardo y yo tuvimos con Santiago, cumplió un ciclo importante. Resta la muerte como broche. Quedan los ejercicios de vida: Yo hice rutina de jubilado modesto desde los 25 años. Eduardo se formó como comerciante global. Santiago, desde una temprana regencia espiritual de la virgen de Luján y Gardel, siempre jugó a la quiniela. Está también la Sergia, la mujer de Santiago.
En el Hogar los separaron al Sergio y a la Santiaga, hace rato y perdieron la habitación matrimonial, tanto por la demencia ambulante de la Sergia como por los gruñidos y puteadas que Santiago repartía a diestra y siniestra. Y eso es definitivo. Hay que sacar todos los bultos quel matrimonio acumuló en su luna de miel vespertina y tirarlos a la basura.
La Sergia está en el conglomerado de mujeres semiválidas (una peor que la otra) y su solución individual es escaparse del Hogar, Tiene la salida prohibida pero el instituto no es una cárcel, entonces sale a la calle y viaja a Retiro o a Constitución para disfrutar de los cambios de vías, el paso de los trenes y el placer
de viajar en un vagón cualquiera a cualquier lado. Generalmente sale del Hogar después del almuerzo y regresa para la cena.
El Santiago es más secreto, Está alojado en el sector de hombres autoválidos, todas las mañanas visita al tuerto que maneja su puesto, le cobra el alquiler y le afana algún librito para aumentarse la cuota diaria, y anda diciendo por ahí que tiene hijos con otras mujeres.
Eduardo va y viene por el planeta y tiene proyectos.
Yo, sigo haciendo de jubilado que no cobra la jubilación. Sin quejarme, pues tanto Santiago, Eduardo y yo, nos gratificamos como marginales de la vida.
El día de ayer y el de hoy, fueron días lindos.
jueves, 7 de octubre de 2010
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Análisis de la lectura del tarot |
Según el Zoólogo, una persona puede hacerse leer el tarot, una única vez en toda su vida. Él hizo eso conmigo hace treinta y pico de años y ante mi expresión de asombro por los resultados, sonrió y dijo: "Usted es el que quería saber. Ahora... Sabe".
También me dijo que en realidad se podían hacer dos lecturas y hasta tres, dejando lapsos de 20 años entre cada una. Que el núcleo de la lectura estaba prefijado, pero que había variables, "contraefectos".
Terminé de pintar los 22 arcanos más o menos en la época en que realicé la lectura con el Zoólogo. El "Tarot-Gardel" lo expuse en un montón de lados, cuidando de no enmarcarlos como para que fueran vendibles y se diseminaran. El conjunto permaneció incólume hasta el día de hoy que hice mi propia tirada. La terminé en el día de ayer.
Aparte de una definición particular de cada carta. El orden de aparición de los arcanos y su exégesis, sigue estando fuera de mi entendimiento, aunque releí los 22 post de arriba para abajo y de abajo para arriba, un montón de veces. No soy tarotista, ni lo voy a ser (está escrito).
Sea como sea, sin saber si anochece o amanece, acaba de empezar un cambio. La lectura está a la vista y ya no es mía.
Aquí, como comunmente me sucedía con el Zoólogo, el dualismo gnóstico sale a relucir. Una Cosa es leer de la "página principal" hacia "entradas antiguas", y Otra Cosa leer desde la carta inicial en el blog (fecha), hacia "entradas más recientes"...
miércoles, 6 de octubre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
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Arcano I. El Mágico. |
Décimo séptima. Sexta.
Tramoyista alucinado.
Mezcla yerbas paraguayas con el mate. Saca salamines de su corazón, para ofrecer delgadas "hostias" cortadas a cuchillo. Bebe vino tinto oscuro. Con los dados invita a jugar a la generala y al siete y medio, y gana.
La policía lo persigue a sol y sombra.
Óleo. 1982.
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Arcano V. El Papa. |
Decimosexta. Séptima.
Recaudador de almas y bienes materiales, debería ser la carta final, sin embargo la incertidumbre sobre la evaporación de las aguas entre otras importancias, transmuta el poder papístico en un barril sin fondo que sopla y alimenta las tierras debilitadas. Alimento dual, pues a veces quema los gérmenes y abonos, y a veces los prolifera.
Su mano derecha está desnuda y es débil. La izquierda, enguantada, es tremebunda.
Óleo. 1982.
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Arcano XII. El Colgado. |
Decimocuarta. Novena.
Inversión del número 4.
Según la asociación de libreros anticuarios, se trata del hombre que cuelga de su dedo gordo del pie, inflamado.
Es el otro punto de vista de lo que acontezca.
Su opacidad, coherente con la mostración de todos los arcanos, en "El Colgado" se suaviza.
Redención de la perversidad.
Óleo. 1982.
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Arcano ... El Loco. |
Carta novena. Décimo cuarta.
La sabiduría.
El camino.
Al loco lo muerde un perro nel culo, al burócrata lo muerde nel ojete un lobo que acto seguido, engulle al burócrata entero. Al loco, el mordisco lo hace andar.
La energía brota de sus extremidades. Pinta paisajes y recita versos populares.
Óleo. 1982.
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Arcano XIIII. La Templanza. |
La octava. Décimo quinta neste día consagrado a las expropiaciones mediante la violencia.
El equilibrio es una ilusión que se mantiene mientras el que ve la carta está convencido de que la ve (interpreta).
Una de las cartas que al mostrarse suele estar invadida de oscuridad.
Silencio en la noche,
Silencio en el alma.
Esta carta tiende a desaparecer luego de ser tirada. Se pierde con facilidad.
Óleo. 1982.
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Arcano XVIIII. El Sol, |
Décimo sexta del segundo día durante este mes que conmemora la revolución rusa y del tiraje deste "tarot-gardel". Séptima, continuando el día de ayer.
Carta coherente durante los amaneceres y temible por sus efectos. Oriente y Occidente (los gemelos) se someten a la calentura planetaria como si se tratara de una situación solucionable.
Diarreas y unificación inconciente.
Óleo. 1982.
lunes, 4 de octubre de 2010
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Arcano XVI. La Destrucción. |
Sexta carta tirada neste día. Décimo séptima.
D. H. Lawrence, filosofa en "El amante de lady Chatterley" (1928) sobre lo terrible del falo cortado, de la imposición de la cruz sobre el símbolo de la vida.
Una mano externa serrucha.
Lawrence se refiere al serrucho humano muy humano. No al cosmológico, el que se encuentra en otro orden de cosas.
La carta es terminal.
Óleo. 1982.
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Arcano VI. El Amor. |
Tercera carta. Vigésima.
Mario Trejo se desposa, ciego, a los 84 años con una virgen joven.
El arquero le pregunta: "¿Sabe usted lo que está haciendo?". Mario contesta "Sic".
"En vista y considerando" confirma el funcionario celestial, y dispara la flecha que en cámara lenta empieza a recorrer los espacios del paraíso metropolitano y trás su luz van los novios y el nutrido cortejo vertiginoso de amantes e historiadores.
Lo que se une se separa y vuelve a unirse.
Óleo. 1982.
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Arcano XXI. El Mundo. |
Segunda carta del día de hoy. Vigésimo primera.
Los cuatro puntos cardinales: don Carlos, el Pájaro Loco, monseñor Pérez y Agripa Suárez (cuatro santos puros) engloban entre el cielo y el infierno al huevo de Federico Peralta Ramos. Dentro del huevo, doña Petrona lleva un hueso con caracú, para poblar la situación global.
A raíz desta experiencia, Juan Andralis en los setentas, imprimió los 22 arcanos del tarot marsellés en la imprenta de la calle Mario Bravo.
Óleo. 1982.