El galeón azul
"¿Me prestás una escalera para poder ver el galeón azul?" Preguntó alguien a mediados de los noventas en un lugar de exhibición.
Es el más destruible de todos los galeones, o en todo caso, el que más se cae de su colgajo. Su velamen está construido con antiquísimas camisetas francesas que se rompían con solo tocarlas. Cuelga como los otros y cuando cae por accidente, se escoña majestuosamente y muestra las miserias de la construcción fatua.
De todas formas, Gardel casualmente en la popa, soporta los castañazos -que durante lo que lleva de vida el galeón, recibió un montón- y sonríe.
Foto Lausi.
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