LA MANO QUE APRIETA

sábado, 2 de febrero de 2008

Y nunca más volvió

Hace años llegó a la librería, una señora flaca y vestida de negro que me encaró muy seriamente: "A usted quería preguntarle.... ¿Usted es el autor de estos muñecos, de estas... esculturas, verdad? ¿Cómo ha hecho usted para reproducir a personajes claves de mi familia? ¡Usted tuvo acceso al archivo iconográfico de mis parientes!... ¡¿Cómo hizo?! Ese archivo está guardado en la bóveda de un banco. ¿Quién lo dejó entrar? ¡Explíquese!". Le hablé de fortuitas coincidencias del destino y el inconciente colectivo. Le juré que yo no conocía su archivo familiar.
La señora de negro sacudió descreída, su cabeza. Dijo: "La verdad que no se que estoy haciendo aquí. Mi lugar es en una tumba de la Chacarita". Y se fue.

comentarios:

Espeluzanante historia...Te la voy a robar.