LA MANO QUE APRIETA

jueves, 24 de enero de 2008

la condesa se fue al carajo

La habitación es un pretexto porque los pretextos inundaban, incendiaban.
Antes de los textos, se enarbolaba la verga y se la hacía rasar primero noventa grados y luego ciento ochenta grados.

comentarios:

¿Tanto...?
¡Volvamos a los pretextos, entonces..!