LA MANO QUE APRIETA

domingo, 12 de abril de 2015

tiempo y celofán

El apuro siempre es demasiado. Ayer una pareja de octogenarios disfrutaba dilapidar el tiempo eligiendo variedades de chocolates, oruzús y mentas en un local de precios altos. Y dudaban de sí mismos. "Tenemos tanto por hacer" decía ella. "Tengo dos novelas iniciadas y quiero terminar por lo menos una", decía él. Intervino la vendedora: "Estas mentitas son tres por cincuenta pesos y son... deliciosas". Los sabios ancianos asintieron con ojos brillantes y siguieron curioseando en una góndola colmada de susbtancias ácidas unas y gomosas otras.

Interior de submarino inglés.

0 comentarios: