LA MANO QUE APRIETA

lunes, 9 de marzo de 2015

comisario Castro

Reemplacé la beca o el premio por el mangazo directo, buscando el formalismo que permitiera su realización. Una apreciación objetivada desde otro punto de vista de este sistema de vida, fue la del comisario Castro que en la isla de San Andrés me convocó en su despacho para ordenar mi deportación. "¿Porqué? ¿Qué pasa?". "Qué va a pasar... ¡Que usted anda pidiendo limosna a la gente seria!". No Castro. Limosna no. Auspicio pido. Soy artista". "Qué artista. Usted es un vago".
Luego de unos vaivenes, Castro no me deportó, pero no por que me considerara artista. Me permitió estar en la isla como vago. Fue su forma de becarme.

Lola: Dibujo. 2008.-

0 comentarios: