LA MANO QUE APRIETA

martes, 9 de diciembre de 2014

gnosis y onomatopeya

las palabras no se pierden en el vacío. No hay oidos sordos ni las palabras entran por una oreja y salen por la otra. Tampoco las palabras leídas se olvidan a medida que se leen. No es necesario leer o escuchar.
Si se entendiera lo que se dice, no habría resurrecciones ni las mariposas sabrían donde volar.

Escuela de sirenas y tiburones. Productora General Belgrano. 1955.-

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