LA MANO QUE APRIETA

martes, 8 de abril de 2014

la calma y el desastre

una luz en el viento una luz en la ventana
venganza de una traición
Los crímenes de los sábados por la noche
los partidos de ping pong en la cárcel en el centro cultural
los asados en la casa del Chileno
los vientos, las ventanas
los nombres de los amigos que habitan novelas antiguas y futuras
la cama y el sastre

comentarios:

Renato Casas dijo...
1 de mayo de 2014, 9:12
 

En la av. Gaona al 1200, en los sesentas, hubo un sastre discapacitado que trabajaba guardando cama. Lo lindo era que trabajaba con la cama instalada en una de las vidrieras de su local a la calle. De día se iluminaba para manejar sus tijeras, agujas y máquina de coser. Por la noche bajaba las cortinas para dormir.
A veces dormía la siesta sin darse cuenta y la gente se paraba a mirarlo, parecía un santo rodeado de botones, telas e hilos blancos y negros.