LA MANO QUE APRIETA

martes, 4 de marzo de 2014

envocar la luna

Eso de "altas horas de la noche" es relativo. Como si se tratara de una cuestión tardía, sublime, a destiempo...
A altas horas de la noche subo a la terraza a telegrafiar, a mensajear con la noche, con la luna arisca que me pregunta: "¿Qué te pasa?". Desconociendo teatrerías, disculpándose: "No estoy para perversiones". "¿Por qué? ¿Que pasa?". "Nada".
El asunto continúa hasta que aparece el sol.

"Os humos", entre Baldariz y O Viñao.

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