LA MANO QUE APRIETA

domingo, 22 de septiembre de 2013

el bulín del trabajo esclavo

La vieja guarida del terraplén, ahora transformada en taller de trabajo esclavo.
Significativamente, el cornudo hacía guardia a la intemperie, desde hacía un buen tiempo. El cornudo se pasó la vida juntando dinerillos que nunca le alcanzaron y leyendo viejos libros de moral católica (tuvo una adolescencia lasciva).
Ahora, cada vez más deteriorado, permanece en la misma actitud de control, de presencia, aunque un poco corrido de lugar por los albañiles y enchastrado por salpicones de mezcla de la construcción.
La foto es de antes del arreglo, ahora el bulín está agrandado, tiene más ventanas (cubiertas con planchas de cartón). El frente derecho que recibe la caida de la lluvia, tiene tres ganchos de acero (muy firmes) destinados a colgar cabezas. La puerta es de acero con cerradura, el techo es de chapa y con los calores que se esperan para este verano, existe la posibilidad de lograr temperaturas de 140 grados y poder, entonces, cocinar pan.

Foto Calo.

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