LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 28 de agosto de 2013

novela con ladrillos

La brutalidad, como el carnaval, no tiene fin.
Se trata de una apariencia que dura lo que dura un huevo en ponerse duro bajo los efectos del agua hervida.
El huevo del modelo, filosóficamente, es un huevo de gallina. Pero la realidad dispuso huevos de avestruz y más recientemente de dinosaurio. Huevitos estos de cáscara gruesa y blanda.
Mientras el dinosaurio renace, la pluma y la espada versean exterminando entre un 70 y un 80% de la humanidad.

Tecleado a máquina anónimo.

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