LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 24 de julio de 2013

mi amigo autista

La madre del muchacho que aparece en la foto me agradeció por tener expuesta en la estación Carranza mi escultura "el motociclista", me dijo que a su hijo -autista- le hizo mucho bien, que llamaba al personaje "Yoel" y que lo visitó cotidianamente durante algunos años. Que madre e hijo asistieron al proceso de destrucción de la escultura. Que primero le faltó un bracito, luego otro pedacito, hasta que la sacaron de la estación Carranza... El motociclista no está más.
La escultura la dejé en manos de Metrovías porque luego de exponer en una de las estaciones del subte, me ocupaba un espacio enorme en el taller y se las dejé en préstamo. Pasaron los años y jamás fuí a visitar el objeto expuesto pues la actitud de Metrovías me resultaba humillante. Los tiempos que contacté a la empresa, fueron vomitivos. En el mejor estilo de los Santoros, decían de promover la cultura permitiendo a los artistas que hacían música, títeres o "estatuas vivas", pedir limosna, ese era el auspicio...
Sin embargo, lo positivo que haya tenido el contacto de la escultura con este pibe, justifica el merengue. La exhibición sirvió, pese a Metrovías.     

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