LA MANO QUE APRIETA

lunes, 4 de febrero de 2013

el buen vino

Salgari contaba de los piratas del asfalto que le vendían sus botines a supermercadistas, quienes -a su vez- ofertaban los productos al público en general, a precios bajos.
El creador de El Corsario Negro, destacaba la calidad de los vinos pirateados. Comparaba las mismas marcas y apreciaba que las botellas pirateadas eran muy superiores en sabor y calidad. Como que la aventura intensa, mejoraba el alma de las mercaderías.
Los lectores preciosos entendían lo maravilloso de encontrar lo inencontrable, y que por encima de todos los los síntomas y situaciones, que esa maravilla fuera barata.

Cuaderno No. 2.

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