la maquina de fumar del doctor G

Tal vez uno de los problemas más serios del doctor Fernando De Gregorio sea la necesaria interrupción de la aspiración tabacal a que lo obliga el efecto de la medicación que toma para dormir. De las 24 horas habilitadas, Fernando disfruta de entre 16 y 18 hs. fumando sin parar sus apreciados cigarritos "gavilán" que consume por cajas de 100 unidades. Dos cajas son fumadas diariamente y -esforzadamente y de a poco- va alcanzando las tres cajas diarias. Aún no ha llegado a ello.
Paolo y yo somos técnicos mecánicos recibidos y estamos trabajando en un proyecto para construir la máquina que le permita al doctor seguir fumando mientras duerme.
Adaptamos un respirador mecánico usual, donde el cigarrillo encendido es mantenido a prudencial distancia del durmiente mediante un tubo.
El problema es la renovación automática del cigarrillo y su reencendido. Por otro lado los tremebundos ronquidos del doctor G. ayudan a una asimilación pulmonar intensa del humo gavilanesco y activan la persistencia de la brasa fundamental.
Hasta ahora -el prototipo funciona- es necesaria la presencia de un asistente que cambie los cigarrillos y los encienda (hay un costo extra).
Paolo y yo estamos trabajando con un sistema de robótica neumática y un control de cámara con alarma anti-incendio que permita al doctor -sin necesidad de enfermeros- una placentera fumata mientras soñorrea.

Foto del carnet que Fernando utiliza para identificarse como médico.