LA MANO QUE APRIETA

domingo, 18 de noviembre de 2012

siete mil espejos

Los peligros de mirarse al espejo, son los "¡pelito pa la vieja!". Incluso no hay pluralidad. El peligro o pelo de elefante, es uno y terminal. Por eso atraviesa y hunde. La multiplicación es una consecuencia contaminante.
El municipio donde está el espejo, el pendejo, es el mismo aunque aparezca en diferentes habitaciones de diferentes países, viaje o sueño.

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