LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 15 de agosto de 2012

Un cuentista secreto.

Como lo tengo cerca a mi extrambótico cotidiano, dejo que su obra pase por mis sentidos sin darle bola. Esto sucede en general: su madre, mecenas y biógrafos atisban muy por encima lo que escribe el doctor recibido de doctor, sobre todo cuando el hombre aparece con su cine y edita copias que entrega a sus amigos para que las miren. Acto que no sucede y que suele ser conformado con un posterior "¡Muy bueno, Fernando!". Lo mismo pasa con su literatura: los que lo rodean le dan la razón porqué está loco medicado y entonces, no lo leen.
En medio de ese panorama decadente, la pedagoga Aparici -que es lectora- descubre un anillado titulado "SCHAUSPIEL juegos de escena" firmado por Fernando de Gregorio y se fascina por la calidad de los cuentos... Schauspiel (Drama - Espectáculo) es una recopilación de cuentos que Fernando publicó en internet por intermedio de un periodista que le cobró por ello unos 300 dólares (al doctor le encanta pagar dinero a alguien cuando él está creando, logrando así, ser abusado). Lo que Aparici leyó físicamente fue una fotocopia del libro esfumado en el éter internético.
Leí el libro fotocopiado. No tiene desperdicio. Son 63 páginas de relatos breves donde el autor asume diferentes roles sociales y diserta en torno a ellos siempre autobiográfico y profético.
Con este libro Fernando logra algo así como le pasara a Bernardo Jobson con "El fideo más largo del mundo": impactar a un público desde el secreto. De Gregorio es un buen escritor inmerso en un circuito de malos lectores.Inevitablemente se desprende del ejército de genios no reconocidos y no precisamente por ser reconocido. Su conciencia está por encima desas patrañas y acepta su destino, soñando posibilidades, personajes. Schauspiel.

Mandrake. Escultura. Mandrake sabe que Fernando no tiene vuelta de hoja. Que el escritor no quiere presentarse a los premios literarios porque le parecen mediocres, sobre todo los de habla hispana . Tal vez alguno de habla inglesa y ahí nomás. Eso si, cuando le paguen millonadas por sus cuentos, le comprará a Yoel la Enciclopedia Británica de 1850. Por ahora, si alguien quiere bajar Shauspiel de internet, tiene que pagarle al periodista que garcó a Fernado. Orenstein (amigo de Mandrake) opina: "Tal vez eso sea la bipolaridad. Vos a Fernando lo tratás como una basura y acepta dignamente con la cabeza baja. Ahora le decís ´Fernando ¡sos Gardel!´ Y él te contestá: "Qué Gardel. Gardel es un sorete al lado mío´". 

0 comentarios: