LA MANO QUE APRIETA

sábado, 25 de agosto de 2012

Pelopincho y Cachirula: Diálogos.

Desde lejanos ejemplares de Billiken, Pelopincho y Cachirula tenían charlas ontológicas y nunca llegaban a definirse. Así se continuaban semanalmente con tendencia al infinito.
El tiempo los digirió y mientras transmutaban, soportando los achaques, por los atardeceres visitaban un polvoriento bar de Barracas (fines de los sesenta, principio de los setenta), donde tomaban platos de sopa a un peso y bailaban tangos que salían de una pequeña radio a pilas, apoyada en el mostrador...

Tango. Escultura. 1990.-

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