LA MANO QUE APRIETA

jueves, 30 de agosto de 2012

durabilidad de los textos

Lo que tiene de bueno la novela, la "nívula", es el durante su construcción, esa especie de acto gratificante y entusiasta que no se interrumpe y se mantiene interminable. Que, si el nivulista no se subvierte en sí mismo, llega a ser lo que quiere ser, encontrar el intérprete que al leer, continúa algo que en realidad no terminó porque fue escrito para que un lector haga lo que no fue hecho.
Siempre preferí el cuento a la novela, porque sentía (y siento) que la síntesis podía transformarme a mí y a la sociedad. Pero,
lo que me mandó de cabeza a la iluminación breve que dan algunos "cuentos", fue "Los siete locos" y "Los lanzallamas", una novela extensa en dos partes. Verdadera nívula que podía tener terceras y cuartas partes, y su asimilación durar lo que dura un sueño para siempre: fracción de segundo.

Montoncito de imágenes físicas. Fotografía. 1978.-

comentarios:

Lo inmenso (grande en espacio)asimilado como acto de Fe, permite la percepción de la sabiduría breve? ¿O es una cuestión casual?