LA MANO QUE APRIETA

lunes, 30 de julio de 2012

textos imbancables

para modelar el envío habría que agregar, restaurar en las entradas viejas, en vez de estar rompiendo los billares con entradas nuevas. Pues, una vez que se entra no se sale y eso tiene una década de plazo, se va autodestruyendo de forma que el Fenix no encuentre su cola para seguir jodiendo. Así, como las condenaciones a cadena perpetua son mentiras, aunque se fertilicen los humus y las nubes sean habitables.
¿Fabricar cadáveres exquisitos? ¿escritura mecánica? Conceptos discutibles, merced sus intérpretes que desvirtúan las libertades originales.

El Galeón (En la vidriera de Figueroa). 1995.

comentarios:

Declaro llanamente mi guerra al Estado, a mi manera, aunque seguiré haciendo uso y obteniendo cuantas ventajas pueda de él, como es habitual en estos casos.