LA MANO QUE APRIETA

sábado, 28 de julio de 2012

ser bruto

Los sueños consistían en ilusiones desconocidas. Un belicismo juguetón contra nadie y contra todo, programando inmediateces, idioteces universales. Sucedía cuando dos amigos se miraban a la cara y se reconocían sin saberse. Y era bello dar la vida por otro sin entender quien era ni porqué. Robar, matar, morir. Lo fabuloso era el momento.
El problema, siempre sociológico, fue el "continuará", el coleccionar las muertes del amor.

comentarios:

Sacerdotes amigos: oficiad vuestra misa negra, la misa de las sombras, la misa de los recuerdos.