LA MANO QUE APRIETA

domingo, 4 de marzo de 2012

paz interior

La tempestad embellece súbitamente a la armonía monótona y siempre algo queda pues la esencia de toda ambición es basura. El Corsario Negro sabía destas cuestiones y solamente encontraba un instante de paz cuando, súbitamente, el mundo desaparecía a sus pies.

2 comentarios:

Durante las abismales tempestades que sucedían en medio de océanos inmensurables, mientras la tripulación moría de miedo, el Corsario Negro lograba un instante de calma para su alma atormentada.

PEZ INTERIOR!