LA MANO QUE APRIETA

lunes, 12 de diciembre de 2011

firulete andante

La ejecución del firulete tiene dos opciones: la vida sana y la vida enferma.
Hay bemoles entre la aerobiótica y la putrefacta.
El culto de los cerebros podridos suele trasuntar paraísos perdidos y amores sin fin ni compasión.
La salutífera que proviene de un ancestro mágico y liberal, se convirtió en una mediocritación apocalíptica. Hombres y mujeres con las carnes saturadas de perfumes manifestando satisfacción por sus desgracias pintadas, asimilando smog como si se tratara de aire puro.
En tanto la santidad, convertida en mierda, es barrida por las municipalidades.
El promediar, el "una de cal y una de arena", lleva a la contaminación total.
Aunque a veces perder el equilibrio en la cuerda floja en vez de zambullir, impulse. Velocidades que dependen del "no saber".

Cuaderno de recortes Phillips. 1980.

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