LA MANO QUE APRIETA

viernes, 25 de febrero de 2011

esa pelotudez tan preciada


La persistencia de la pelotudez es un regodeo tarambano ante la cotidianidad de las muertes que se suceden en este barrio y otros, así como la multiplicidad de nacimientos. Al respecto, Kafka era diplomático, evitaba transmitir a los cercanos en sociedad las íntimas barbaridades (calambres y explosiones) que podrían alterar los pelotudos comportamientos sociales.
O sea, hay casos de personas entre personas que inexperadamente combustionan y se incendian mientras comentan la suba del precio de los limones. Otros, mediante un repentino mugido: explotan manchando de mierda y vísceras en mal estado a los convocados a la inauguración de un libro.
Kafka fue un hombre colmado de humor.

Y.N.: Collage. 2002.-

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