LA MANO QUE APRIETA

sábado, 19 de febrero de 2011

el desayuno y la memoria


Los recuerdos aparecen bajo la forma de ajos, lechugas y cebollas que, sin condimentar, se ingieren cuando clarea el día.
Por otro lado, hay que usar sierras eléctricas para serruchar muebles y tobillos humanos para colgar pies en la vidriera de la librería, a modo de pintorescos souvenirs en medio de una reacomodación de estantes y libros vendibles y no vendibles.
Sangriento espacio público con mastodontes y máquinas aplanadoras que ronronean detrás de los telones, al final del pasillo, al final de la aparente no existencia de la realidad.

comentarios:

yoel te tengo que contar un cuento ...(en realidad es de Rubén Darío) érase un amigo ... maravilloso y terriblemente hermoso, muy cultivado,
muy consentido y completamente estratosférico, se hizo querer de toda la familia. El tiempo obrando, muy ayudado por una gran cantidad de circunstancias y atlántico de por medio, nos perdimos las pistas. Yo tengo muchos defectos, entre otros el de ser fiel como un perro, así que jamás me olvide de mi, nuestro, querido Gastón ...Me acabo de enterar, me estoy enterando por una nota de un Clarin viejo de un par de años que leí ayer que... está en la calle ... ahí! tirado en el suelo! Yoel, pensé que como vos tenés este puesto de libros (aunque no sé si irá por esta zona) es posible que Gastón haya transitado por allí,,,, Es un tipo grande con unos ojos magníficos..se llama Gastón Pomarés, debe tener como 65 años ahora, si llegás a saber algo por favor decímelo.

Uds están en pleno verano, vacaciones, buen tiempo, ricos helados ...

te parece muy atrevido de mi parte?

hasta luego, victoria