LA MANO QUE APRIETA

martes, 21 de diciembre de 2010

¡Felicitaciones! ¡Has vendido tu alma!

El comprador pagó lo acordado y la vendedora se esfumó, no entregó su alma.
Considerándose ciudadana deste mundo, la vendedora pidió y recibió 40 pesos por su alma (hoy por hoy: diez dólares).
Mercado Libre cobró el porcentaje correspondiente (10 % de la transación).
Pese a la oblación sin consecuencias, el comprador calificó "neutro" a la vendedora.
La vendedora no volvió a vender su alma.

comentarios:

En las paradas de los colectivos, de la ciudad, entre las 3 y 6 de la mañana de los días feriados, suele verse a la vendedora, esperando.
Hay ocasiones que el comprador la ve y se alegra pensando en cobrarse el alma pagada.
Generalmente hay un momento de duda, de prólogo, y cuando el comprandor asume realizar el intercambio, la vendedora ya no está. Se ha subido a un colectivo misterioso.