Borges en la puerta de casa, con basilisco.
Es otro ángulo, otra toma de la misma escena publicada aquí en un post viejo.
A Borges lo vendí luego de una cirugía, mediante la cual lo separé del basilisco. (Bestia que hacía de lazarillo y mascota del maestro). El basilisco, mezcla de gusano y gallo que mataba a todo el que lo mirara, quedó convertido en lo que titulé "el aviador".
La intervención que separó a Borges del basilisco, fue feliz y sin complicaciones. A lo sumo, el bastón de Borges presenta ahora en el punto de apoyo, un engorde sospechoso que se derrama por la base.
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