LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El teatro es constante.

Lo que estaba por escribir, no lo escribí.
Pensaba que la confesión, la mostración del culo a un público, era terapéutico. Pero toda confesión implica terceros y demostración de alergias (rechazos), y los culos los interpretan los proctólogos, incluso la exégesis de la alergia a la vida está en las universidades (compra venta de libros de texto).
Quería hablar de algo personal y no me quedó otra salida que ficcionar y crear personajes pues si describo a los personajes reales que superaron la ficción, después de tanto -tantísimo- tiempo, me aburrieron.
Matar y morir.
Será que disimulo para no caer preso o ser ejecutado. A esta altura, la preservación de las especies quedó de lado y la terapia es la derivación desordenada de las importancias que van dejando de serlo.
Respetuosamente, el fenómeno teatral sucede a traición o científicamente programado. Imagino arquitecturas y no escribo las boludeces que pensaba escribir.

3 comentarios:

Antes de mostrar el culo es mejor pasarse por el culo a los terceros.Y ésa es una realidaterapia.

Me toca ò nòn mi toca.!!!
Como puedo decir siiiiiiiiiii. si tengo tanto miedo de decirrlo!!!!!!!!!!!!!!!!
Y si no regreso????? Que harias???
si no me veS??? y SI NO TE VEO????
OHHHHHHHHHHHH QUE MIERDA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

La sudestada actual ha llenado de soretes las calles de Buenos Aires. Es una trampa. Se trata de soretes generosos y húmedos que invitan al resbalón y a la consideración de lo que se está diciendo en la calle o en casa.