LA MANO QUE APRIETA

sábado, 23 de enero de 2010

Diálogo entre la Muerte y Saturno.

- Cada vez, te estás poniendo más canchero...
- Seguramente.
- Cada vez que te ocupas de ti mismo, vas reencontrando el sonajero, o Los sonajeros...
- El sonajero se lo preste a Paolo para que lo arreglara y ahora Paolo se olvidó que le presté el sonajero para que lo arreglara. No recuerda la gestión.
- Vieja historia ¿Verdad?
- Es como una matemática ineludible e individualista, personal de Paolo.
- ¿?
- Sucedió con un catálogo de marionetas y semáforos. También se olvidó que se lo había prestado. Claro que yo tampoco rememoro mis olvidos... Supongo que cuando el amor iluminó su pálida luz, allá lejos, festejó la naviza el más olvidadizo de los dos.
- No solo en eso. En mucho más que en aquellos primeros romances, es que te estás convirtiendo en un canchero exhaustivo.
- No se a que te refieres con "canchero". "Canchero" es jerga, como "negro", "ganso", etc.
- Los olvidos. El viejo latín adherido a las palabrejas que te llevan y traen. Los olvidos sin fonética serían Nada.
- ¡Fuerza mayúscula de aquellos pedos que por la madrugada despabilan a los enamorados!
- Efectivamente. La cuestión jurídica es lejana a nosotros.

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