LA MANO QUE APRIETA

jueves, 12 de noviembre de 2009

De "El mamotreto", en Bogotá 1976.

"Ante el suceso que fue el atraco (acababan de asaltar a mi vecino en su departamento, conmigo de visita), vino la dueña del edificio con sus dos porteros. JL contó los detalles del evento y el trío lo escuchó dándole la razón pero sin prestarle mucha atención. Cuando conté mi punto de vista, los porteros se sonrieron pícaramente y doña Victoria me llevó aparte:
- Oiga, argentino... ¿Y usted cuándo me va a pagar el alquiler?
- Tranquila doña, que pronto viene billete y le pago. -Como la mujer se quedó mirándome sin comprender, improvisé.- ¿Sabe que sería bueno? Poner miradores en las puertas...
"Muy segura de sí misma, la señora sacudió negativamente la cabeza.
- En este edificio no asaltan a nadie. A JL sí. Esta es la tercera vez que le pasa... Son las juntas que tiene..."

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