letanía.
Ayer noche concienticé el cansancio de usar internet. Me agotó en cuestión de veinte minutos, que fue el tiempo que utilicé para tantear el precio de unos diez libros viejos. Y los precios de internet son una letanía enroscada por conocedores de desconocimientos librescos que piden y seudo estipulan determinados dineros por determinados libros, en general precios altos que hoy, seguramente por la crisis global, tienden a la baja.
Sea como sea, Doris Day y el general San Martín, decían que lo que "será será". El pálpito empírico tiene prioridad sobre las postulaciones virtuales.
Paréceme entonces que internet sin una "inquisición" coherente, queda como un entretenimiento que cansa, por lo menos a mí que aún tengo pretensiones de usar teatralmente mi columna vertebral como látigo, aunque la biología dé sorpresas terminales.
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