LA MANO QUE APRIETA

viernes, 3 de julio de 2009

trabajo clandestino en méjico



1973. Como rebusque de subsistencia me dejé fotografiar en un par de fotonovelas mejicanas. El productor (un hombre grande que un día me prestó su saco para que yo hiciera de sicoanalista y el saco me sobraba por todos lados y eso se notó en las fotos) me pagaba 20 dólares cada vez que me fotografiaban y eso alcanzaba para comer durante una semana, sin figurar mi nombre en el elenco de la fotonovela.
En Bogotá sucedió algo parecido, pero con telenovelas.
Me pagaban en forma clandestina para cubrir fotogramas.
Era divertivo pues los que me conocian, a veces me descubrían y se divertían conmigo.

Cuando escribí "Blancanieves, Rimbaud y el Obrero Metalúrgico", hablé de mi mismo en tercera persona. Me puse "Jorge", el nombre que tenía el Chileno.
Me habré vuelto viejo, pero no llegué a ser buen escritor pues no salí de mi mismo.
En el mamotreto, decía que había encontrado un ropero lleno de escritos, fotos y fotocopias relativas a la vida deste "Jorge". Esa pantalla la usé porque como no quemé lo que debí haber quemado, persistí. Pero entonces, cuando escribo aunque quiero desprenderme, me enquisto...
Cuando me veo en el pasado, me veo como "otro", por ejemplo el mechudo que sale en la ilustración deste post. Esas imágenes me remiten a un entorno antiguo, e ignoro si recopilar esos recuerdos me servirá de algo. Me serviría si le sirviera a otro. A Otro que tengo que crear yo, que tengo que ficcionar pues en el mundo "real" cualquier ajeno me bate pelotudeces asombrosas.
Cometí un delito importante, sobreviví demasiado al Chileno.

Como sea, estoy yendo al "ficticio" ropero y extrayendo su materia y poniéndola aquí que es como tirarla por la borda de un barco en altamar con el oleaje como horizonte de 360 grados que pareciera decir que los continentes dejaron de existir y que la calma o la tormenta es la felicidad. Sin embargo, el horizonte infinito del mar, es breve.

Entonces voy y vuelvo. Al creer que perdí el miedo, cuando un fantasma se me presenta, voy a él.

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