LA MANO QUE APRIETA

miércoles, 3 de junio de 2009

blancanieves III

Kat, Palabra del maestro:
“Kikel”, también “Kat”. En el año en que se acabó la década del sesenta, cuando Kat hablaba en Colombia (su sonoridad era imperceptible), yo anotaba su decir a mano, con lápiz y papel. Rearmar su palabra fue difícil. Los dichos de Kat inflamaron cuadernos. ¿Qué habrá sido de eso? ¿Quién los habrá aprovechado? Leerlos, se los leí al medio mundo que se cruzó a mi paso a través de países. Los textos de que dispongo, son una síntesis que soslaya lo que pudo haber sido el discurso original. El plagio es una cuestión de escuchas y transmisiones. El sonsonete es el mismo.

No solo las vidas y muertes que suceden en cualquier lugar del planeta me incumben, sino también los sentimientos que conflagran en lo más incógnito de mi alma.

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