LA MANO QUE APRIETA

martes, 7 de abril de 2009

revoltoso

Hay guerra y hay galletas. Galletas humanas que parecen buscar un destino, no deste mundo.

Sin embargo las demostraciones de la panadería histórica, afirman que siempre ganaron los mediocres y eso, históricamente, creció.

No es verdad que la responsabilidad sea de los que hacen las guerras, también son responsables quienes las reciben.

La galleta individua escapa de las panaderías no entendiéndolas. Pareciera que esas fábricas existen nada más que para demostrar que cualquier harina horneada es el centro del universo, aunque fantasiosamente parezca un pedacito de caca que chispea.

Las galletas no están solas, siempre habrá un terremoto que las borrará de la faz de la tierra.

Ahí, se vitaliza el estado de guerra galleta y en vez de cumplirse un destino prefijado por los científicos, se gana en lugar de perder.

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