LA MANO QUE APRIETA

jueves, 13 de noviembre de 2008

cigarrillos gregorios

El dr. Gregorio acababa de informarme que con el fin de dejar el vicio del cigarrillo (fuma diez atados diarios, tabaco clandestino sumamente barato), le van a administrar un alopidol que no requiere internación. Se trata de un alopidol-home que se puede administrar (durante seis meses), en el domicilio particular del fumador. Incluso el doctor dice que va a poder viajar y llegarse hasta la librería, pero que no va a poder hablar con los clientes, porque esta medicina si bien no le va a provocar el derrame de baba, lo va a dejar muscularmente rígido con dificultad de articular vocales.
Podrá si, reir una risa ilustrada de caries. Y cuando ría, su sonrisa quedará horrible, enmarcada por la librería. Bizarro puré de huevo duro con dientes.
De todas formas, el tratamiento comenzará una vez terminada la película que va a filmar "Cuatro hombres para una poronga". Mientras tanto fuma y novía con la soviética Tatiana.

comentarios:

¡Vamos Dr. Gregorio todavía! ¿No ha pensado presentarse al Guiness? Ya va la publicación de sus poemas previa consulta con Microsofot. Ándele con cuidado mire que la gente de Google lo quiere asesinar.