LA MANO QUE APRIETA

lunes, 21 de julio de 2008

daños y perjuicios

Si se rechaza lo moderno hay que rechazar también lo viejo y conocido. Es una actitud preventiva bastante inportante pues si prende no tiene cura. Matemática y lógicamente, sucede lo mismo en caso de aceptación.
La comunicación como cerrajería, pone a disposición de quien sea ("quien sea" es "único" porque existe) la palabra, el juego de palabras, o el sonido que abre las puertas colocadas para ser abiertas con esas palabras (o sonido). En este caso el cerrajero es un técnico capacitado para ser técnico pero que no entiende la comunicación que transmite.
Revisionando el pasado como necesidad existencial, se consolida la ficción. Horacio Quiroga vería allí una corporización tangible de la metáfora. Los fantasmas y sus profecías se agremian y discuten pues el panorama es inmenso, y se le da importancia mediante descuartizamientos o prisiones. El verbo es una cuestión delicada.

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