LA MANO QUE APRIETA

lunes, 9 de junio de 2008

computamadre

Los plazos se agotan aunque una "i" en medio de la "g" y la "t", agite, dinamice y dialécticamente se descubra una calvicie debajo de un sombrero. Por eso la industrialización de los pasatiempos crece y desborda, los androides ladran, la reflexión trapea, los lavaderos automáticos invitan a los turistas a conocer sus tanques y batidoras de nostálgica generación.
Dicen que dicen, que se trata de un abuso, de "la esclavilización de los idiotas útiles". Tecnológicamente, lograr que todos los teléfonos celulares en servicio, exploten al unísono. Unos como simples granadas y otros como mini bombas atómicas, hacia un despeje territorial sin remordimientos.

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