LA MANO QUE APRIETA

viernes, 29 de febrero de 2008

empanadas

Pasear una nena es mejor que pasear un pavo real. Pasear dos nenas es plantear un equilibrio. Pasear tres nenas es viable aunque vanguardista. Ahora, cuando hay que pasear cuatro nenas y la cuarta es gordita y a todas hay que pagarles entradas para que se guarezcan bajo paraguas. Incluso cuando en vez de cuatro son un tropel de compañeritas y todas abren y cierran paraguas con pretensiones y precisiones, entonces hay cambios en el interior de la caja de cambios y las niñas todas van a parar al guiso central de la gran abuela madre. Retorno a las fuentes, fritas u horneadas.

comentarios:

Don Yoel, vea..por lo que usted aqui relata, a tenido verdaderos derrames de problemas en el frio piso de una realidad llamada infancia...Usted parece un buen hombre,dediquese al paseo de los pavos reales, que aunque gordos, algunos pueden ser flacos...y ademas, por lo que me contaron, ya nacen adultos y seriotes...y lo que es mejor; Carecen de abuelas.

Atte
Benedictta