Hay manualitos que enseñan a matar y a descifrar abecedarios, en realidad grafismos. Sangrientos bricolajes, melancólicos valses con eñes de tamaño humano que odulan tanto al pie de las horcas barriales como en las catedrales hipócritas. Ninguna pena ningún daño, simplemente las iguanas bajo la cama. Así como se mata al otro se da la vida por él. Cotidianidad de la doble v.
Foto Calo
sábado, 28 de septiembre de 2013
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malabarismo entre semáforos |
La tremenda historieta tiene raíces en una realidad que muta en símbolos, como las nubes. Raíces que llegan a kilómetros ignotos. Psicología a través de la superficie, adentro y afuera. Deliciosa o espantosa, la maravilla toma forma de automóvil rodando por caminos, de internauta que se zambulle en el magma, de saltimbanqui que se baña en los cielos...
Foto Calo...
Foto Calo...
jueves, 26 de septiembre de 2013
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bitrocantereo pasajero |
Se refiere al vientre que pasa, que no tropieza, que evita golpizas y que durante las noches de Flores- Caballito, cruza el alto pajonal que es el pulmón de la plaza Irlanda.
Pulmón, hoy no existente. En su lugar hay una cancha de tenis alambrada que se usa para que las gallinas del barrio vayan a hacer sus necesidades.
Pulmón, hoy no existente. En su lugar hay una cancha de tenis alambrada que se usa para que las gallinas del barrio vayan a hacer sus necesidades.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
domingo, 22 de septiembre de 2013
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el bulín del trabajo esclavo |
La vieja guarida del terraplén, ahora transformada en taller de trabajo esclavo.
Significativamente, el cornudo hacía guardia a la intemperie, desde hacía un buen tiempo. El cornudo se pasó la vida juntando dinerillos que nunca le alcanzaron y leyendo viejos libros de moral católica (tuvo una adolescencia lasciva).
Ahora, cada vez más deteriorado, permanece en la misma actitud de control, de presencia, aunque un poco corrido de lugar por los albañiles y enchastrado por salpicones de mezcla de la construcción.
La foto es de antes del arreglo, ahora el bulín está agrandado, tiene más ventanas (cubiertas con planchas de cartón). El frente derecho que recibe la caida de la lluvia, tiene tres ganchos de acero (muy firmes) destinados a colgar cabezas. La puerta es de acero con cerradura, el techo es de chapa y con los calores que se esperan para este verano, existe la posibilidad de lograr temperaturas de 140 grados y poder, entonces, cocinar pan.
Foto Calo.
Significativamente, el cornudo hacía guardia a la intemperie, desde hacía un buen tiempo. El cornudo se pasó la vida juntando dinerillos que nunca le alcanzaron y leyendo viejos libros de moral católica (tuvo una adolescencia lasciva).
Ahora, cada vez más deteriorado, permanece en la misma actitud de control, de presencia, aunque un poco corrido de lugar por los albañiles y enchastrado por salpicones de mezcla de la construcción.
La foto es de antes del arreglo, ahora el bulín está agrandado, tiene más ventanas (cubiertas con planchas de cartón). El frente derecho que recibe la caida de la lluvia, tiene tres ganchos de acero (muy firmes) destinados a colgar cabezas. La puerta es de acero con cerradura, el techo es de chapa y con los calores que se esperan para este verano, existe la posibilidad de lograr temperaturas de 140 grados y poder, entonces, cocinar pan.
Foto Calo.
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dedos gruesos |
Ojalá hubiera hecho todo lo que no hice, temiendo a mi amiga la muerte, la consejera de mi destino. Ese descubrir a OHenry -por ejemplo- como a uno mismo y acostumbrarse a las resoluciones no buscadas. Sabiendo que las enseñanzas no conducían a esos resultados a esas variables pues la enseñanza no trataba eso aunque compulsara a aceptar lo que fuera en la feria.
Es que si no... ¿Cómo se hace para tocar la guitarra?
Es que si no... ¿Cómo se hace para tocar la guitarra?
sábado, 21 de septiembre de 2013
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escondite anulado. |
Se trata del único ángulo de la terraza que no puede visualizarse desde 180 grados a la redonda. Claro que hay que estar agachado, y mejor aún, tirado sobre las baldosas: sol, lluvia, pensamientos.
El gasista ocupa ese lugar secreto y se lo puede ver desde la calle y edificios vecinos. Así las flores, a veces el colibrí.
Foto Calo
El gasista ocupa ese lugar secreto y se lo puede ver desde la calle y edificios vecinos. Así las flores, a veces el colibrí.
Foto Calo
viernes, 20 de septiembre de 2013
miércoles, 18 de septiembre de 2013
martes, 17 de septiembre de 2013
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manguera a las nubes |
La vida propia transcurre como algo ajeno. Bailongo de ultratumba que ameniza traspiés tapices alfombras escaleras escombros.
¿Qué quiero decir con esto?
Que hay llamados telefónicos, algunos urgentes y otros no tanto, que hay que hacerlos para que el mundo no se vaya a las nubes.
Entonces... No hacerlos.
Pero como siempre está ese impulso de hacerlos... Entonces, hacerlos cuando es tarde. Hacerlos después que el barrendero barrió el cordón de la vereda, después que la Muerte bailó el mambo.
Terraza. Foto Calomeni.
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un nuevo mundo |
Cuando nos mudamos de San Telmo a Flores, mi viejo trajo un relieve -que en aquellos cincuentas estaba flamante- que era un mapa de España con la referencia impresa: "En 1492 España da un mundo al mundo".
Ese bajorelieve de yeso pintado, estuvo presente en todos los devenires familiares y hoy sigue existiendo ´hecho mierda- en el lavadero.
Foto Calomeni.
Ese bajorelieve de yeso pintado, estuvo presente en todos los devenires familiares y hoy sigue existiendo ´hecho mierda- en el lavadero.
Foto Calomeni.
sábado, 14 de septiembre de 2013
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¿Es mejor cojer? |
Con Calle encontrábamos la luz. Él hablaba y yo creyendo su decir, modulaba.
Sabíamos que la verdad nos emulsionaba y que ella no era de nuestra incumbencia. Tal vez los que nos escuchaban lo sabían más que nosotros. En todo caso creíamos que había temas de los que no se debía hablar. Por eso Calle citaba boleros y filósofos famosos, para quedar más fuera de sí mismo.
Calle y yo éramos músicos culebreros (1) que callábamos aunque habláramos y bailáramos.
1) Culebrero: Vendedor ambulante de Bogotá.
Sabíamos que la verdad nos emulsionaba y que ella no era de nuestra incumbencia. Tal vez los que nos escuchaban lo sabían más que nosotros. En todo caso creíamos que había temas de los que no se debía hablar. Por eso Calle citaba boleros y filósofos famosos, para quedar más fuera de sí mismo.
Calle y yo éramos músicos culebreros (1) que callábamos aunque habláramos y bailáramos.
1) Culebrero: Vendedor ambulante de Bogotá.
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que me quiten lo bailado |
¿Sabrá madam Ivon porqué los floreros? ¿Los zorros viejos?
La acumulación de domingos llegó al corazón que empezaba a nunca entender o siempre entender. De una forma
o de otra forma o de otra forma o de otra forma.
La brutalidad fue única, como decía el picaflor cuando venía a las enredaderas:
"No vas a tu destino
y es hora de ir
aunque nadie te quite lo bailado".
Tirabuzón...
Chirolito en 1964.
La acumulación de domingos llegó al corazón que empezaba a nunca entender o siempre entender. De una forma
o de otra forma o de otra forma o de otra forma.
La brutalidad fue única, como decía el picaflor cuando venía a las enredaderas:
"No vas a tu destino
y es hora de ir
aunque nadie te quite lo bailado".
Tirabuzón...
Chirolito en 1964.
viernes, 13 de septiembre de 2013
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Buenaventura y el ablandador de zapatos de Buenos Aires. |
Sería 1970. Marta y yo llegamos a Cali y no encontramos a nadie: Todo el mundo estaba en Bogotá o en otro lado. De carambola embocamos a Enrique Buenaventura que estaba por viajar a Bogotá. Entonces toda la tarde nos llevó de bares, charlando y rememorando. No teníamos plata y Buenaventura nos dejó viviendo en su casa durante una semana mientras iba a la capital de Colombia y volvía. Cali era lindo. conseguíamos pan de bono y jugos de frutas, y dormíamos en lo de Buenaventura.
En uno de sus recuerdos de viaje, el hacedor de teatro nos habló de Buenos Aires adonde estuvo durante la década de los cincuentas, habló -con asombro- de los cambios de clima durante un mismo día, y recordó a un compañero de cuarto de pensión, que tenía pies monstruosos y que por las noches hacía ruido caminando. El hombre trabajaba amasando zapatos nuevos que compraba alguien y que contrataba a este hombre para que los ablandara.
Edición argentina de "los cantos de Maldoror" con prólogo de Ramón Gómez de la Serna, de 1941. Ejemplar que debió haber andado por las librerías de Buenos Aires cuando Enrique visitó la ciudad.
En uno de sus recuerdos de viaje, el hacedor de teatro nos habló de Buenos Aires adonde estuvo durante la década de los cincuentas, habló -con asombro- de los cambios de clima durante un mismo día, y recordó a un compañero de cuarto de pensión, que tenía pies monstruosos y que por las noches hacía ruido caminando. El hombre trabajaba amasando zapatos nuevos que compraba alguien y que contrataba a este hombre para que los ablandara.
Edición argentina de "los cantos de Maldoror" con prólogo de Ramón Gómez de la Serna, de 1941. Ejemplar que debió haber andado por las librerías de Buenos Aires cuando Enrique visitó la ciudad.
martes, 10 de septiembre de 2013
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tangencial |
De un sitio a otro sin saber porqué.
Inevitable bondad de extremos extremados, a veces miles de miles de millones de dólares como si los dólares tuvieran algo que ver con la superposición de imágenes que deambulan por la pecera de colores por los desnudos culos de la humanidad, desnudas narices de los osos hormigueros atiborrados de cocaína y cariño exagerado. Ver si se justifica o no lo que se escucha por todos lados, lo que se silencia por todos lados a través de transmisores de litio, de empanadas de morcilla.
Lecturas de Victor Hugo a los gritos: "¡Dejame terminar! ¡Dejame terminar!" Terminar de leer -por ejemplo- "El hombre que ríe" mientras circunstanciales interrumpen.
Vero caffè espresso.
Inevitable bondad de extremos extremados, a veces miles de miles de millones de dólares como si los dólares tuvieran algo que ver con la superposición de imágenes que deambulan por la pecera de colores por los desnudos culos de la humanidad, desnudas narices de los osos hormigueros atiborrados de cocaína y cariño exagerado. Ver si se justifica o no lo que se escucha por todos lados, lo que se silencia por todos lados a través de transmisores de litio, de empanadas de morcilla.
Lecturas de Victor Hugo a los gritos: "¡Dejame terminar! ¡Dejame terminar!" Terminar de leer -por ejemplo- "El hombre que ríe" mientras circunstanciales interrumpen.
Vero caffè espresso.
domingo, 8 de septiembre de 2013
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renunciando a los bienes materiales |
Será la religión a la que mi alma es fiel. Seguramente mi fidelidad es antigua e incierta. En mi caso predominó la taradez pura ante el mito inculcado. Moriré incierto, juramentado sin saberlo, recordando malabares con cielos y montañas, sin haber llegado a la imbelicidad verdadera.
Brebaje matinal, noticias, entrecejo.
Brebaje matinal, noticias, entrecejo.
viernes, 6 de septiembre de 2013
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los ectoplasmas se arremolinan a mediodía |
Liberarse de la memoria parece imposible porque no se sabe cuando y cómo. Somos los máximos desconocidos de nosotros mismos y por eso no tenemos perdón. Ni siquiera el municipal. Esa consideración que se hace con aquellos que se anotaron en el plan "dinero para todos", y que cada tanto pasan por el Registro Civil de su barrio, a recojer fajos de billetes de cien pesos que les son entregados gratuitamente, según las tres últimas cifras de sus DNI.
La memoria y la prueba de vida, son incompatibles, y con los billetes de cien pesos se adquieren mandarinas gigantes (que putrefaccionan espontáneamente) y se compran perdones a plazo fijo en cuotas no sujetas a la inflación.
La memoria y la prueba de vida, son incompatibles, y con los billetes de cien pesos se adquieren mandarinas gigantes (que putrefaccionan espontáneamente) y se compran perdones a plazo fijo en cuotas no sujetas a la inflación.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
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la terapia policial del Dr. Fernando |
Mail a Eduardo en el extranjero:
Te decía que la última vez que me visitó el doctor Fernando, estaba en cortocircuito. Había tomado varios litros de cerveza y traía por lo menos tres más en su mochila. Todo lo exasperaba. Me pidió de comer, le dí un pedazo de roquefor congelado y al morderlo se rompió un diente (1), se recagó en la reputísima madre que lo reparió en altavoz. Protestaba por todo muy enojado. "¡Qué vida de mierda que tengo!". Lo eché y salió corriendo. Una hora después me llamó para disculparse. Le dije que no tenía que disculparse que había estado encantador- "Gracias... Gracias".
Después de un día de silencio volvió a llamarme. -a todo esto me tiene convocado para que actue en
una de sus películas. Seremos tres actores, los tres vamos a ser Hamlet y
posiblemente él se agrege a la improvisación y va a hacer cámara una mujer
hermosa experta en yacimientos petrolíferos- me llamó y con voz doctoral
y en sus cabales, dijo: "Te llamo para avisarte que hoy empiezo mi
etapa de desintoxicación alcohólica. Resulta que en la cuadra de casa
hago unos escándalos fenomenales y el comisario del
barrio, me hizo llevar a su despacho en un patrullero. Me habló de igual
a igual:_"Usted me entiende. Usted es un hombre que se educó en las armas como yo. Entienda por favor que cada vez hay menos policía corrupta, apenas si quedan algunos trasnochados por Constitución y el bajo Flores. Por eso le pido su colaboración. Déjese de joder hombre. Dé un buen ejemplo, piense en su madre. Usted da para más. Si sigue así va a terminar acribillado en un zanjón por algún delincuente. Esperamos algo mejor de usted" Sus
palabras me llegaron al alma y ahora sí que dejaré de tomar".Te decía que la última vez que me visitó el doctor Fernando, estaba en cortocircuito. Había tomado varios litros de cerveza y traía por lo menos tres más en su mochila. Todo lo exasperaba. Me pidió de comer, le dí un pedazo de roquefor congelado y al morderlo se rompió un diente (1), se recagó en la reputísima madre que lo reparió en altavoz. Protestaba por todo muy enojado. "¡Qué vida de mierda que tengo!". Lo eché y salió corriendo. Una hora después me llamó para disculparse. Le dije que no tenía que disculparse que había estado encantador- "Gracias... Gracias".
1) Lo del roquefort congelado no fue a propósito. No había nada comestible, salvo ese queso vuelto piedra. Primero le mostré como el queso mellaba la mesa. Él pidió "ponelo un poco al fuego que se vuelve exquisito". Lo hice, pero aparte de carbonizarse superficialmente siguió con su textura pétrea. En realidad no se trataba de un roquefort congelado. Era un pedazo muy frío y antiguo, varios cumpleaños lo habían dejado olvidado. Y Fer lo mordió lo mismo. El diente que se rompió no fue uno de los podridos que adornan su sonrisa, era un postizo que él soldaba con poxipol. La estridencia de su reacción, fue un Charles Laughton espléndido.
Magazine Policial. Bs. As. Enero 1926.
domingo, 1 de septiembre de 2013
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modestia de los modistos |
La pataleta escrita es la masturbeta pediátrica que hace emerger a la caligrafía dentre los mitos embarrados. Usualmente esa caligrafia es inentendible ilegible. El tesón y la espontaneidad permite el traslado de lo que sería una receta médica, del puño aberrado a la máquina de escribir y al teclado de la computadora. La receta, que también puede ser de cocina (la ilegibilidad de los manuscritos, ilusiona) trasmuta en los que la asimilan y retrasmiten, creyendo en la mecánica de los mensajes y en la proliferación genética. Algo así intentaba doña Petrona C. de Gandulfo, sin saber lo que hacía.
Irremediablemente, utilizar cualquier recurso para desentenderse de si mismo, de los demás. Como aquella torta que Marta Minujin estrelló en la cara de Pipo Mancera, por televisión en blanco y negro, a mediados del siglo XX.
La génesis de los signos de las letras. Portillo y Weber.
Irremediablemente, utilizar cualquier recurso para desentenderse de si mismo, de los demás. Como aquella torta que Marta Minujin estrelló en la cara de Pipo Mancera, por televisión en blanco y negro, a mediados del siglo XX.
La génesis de los signos de las letras. Portillo y Weber.
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