Libros entre espejos, librejos, tiempos viejos hasta la media tarde.
Qué carajo
Es que luego, hacia la noche, esto se llena de gente.
Aunque las discusiones comiencen desde temprano,
discusiones gramaticales que no se resuelven por más balazos que incentiven los discursos.
A nadie se le ocurre que hay que dormir,
nadie piensa en ello o aquello.
Y los libros son tenues, increíblemente inalcanzables pues nadie se pone a leerlos porque casi nadie es idiota de nacimiento, idiotismo que se logra viviendo en democracia, estudiando y comiendo polenta con flores del bosque.
El doctor Pandolfo, el doctor citado en libros inéditos, mientras su juventud se icineraba, usaba los libros para fotografiarse con ellos. Los había leido de niño y después creía en ellos mientras que sus compañeros de tobogán, no.
Como sucede habitualmente, el borrón no abre otra cuenta, aunque los libros se compren y se vendan.
Fotograma de una escenografía de la película argentina, protagonizada por Elina Colomer, "Escándalo nocturno". 1951.
viernes, 29 de octubre de 2010
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Llevale a Silvia el queso para la pizza. |
domingo, 24 de octubre de 2010
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islas |
Una vez una lancha motora, en Brasil, fue desde una costa al norte dese país hasta una isla rodeada de mar violento y hermoso. En la isla se desarrollaba una fiesta a la que los viajeros no debieron haber ido.
Otra vez, una lancha comercial del delta del Tigre, en medio de una noche, dejó a los viajeros en una isla equivocada. Se desató una tempestad. Entonces aparecieron dos historiadores protectores, que le explicaron a los navegantes errabundos, quel pasado había muerto.
También hubo un barco que llevó a los viajeros desde el puerto de Colón (Panamá) hasta la isla de San Andrés. Los transeúntes huían de problemas legales y viajaban por mar acarreando un automóvil antiguo. Meses más tarde viajaron nuevamente en barco, desde la isla hasta Cartagena (continente sudaméricano). El viaje duró tres días y en medio del mar, un mar tranquilo y soleado con el mismo horizonte deslumbrante en los cuatro puntos cardinales: el mar y el mar, la felicidad duró una eternidad. El barco era pirata y además de viajeros clandestinos que pagaban pasajes baratos, transportaba armas.
Los viajeros siempre eran otros, aunque alguien hilara los hechos.
Pintura de Kat Enrique Calle, "Isla", publicada por Franco Galería. Bogotá. 1999.
viernes, 22 de octubre de 2010
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La Bestia, primera versión. |
Finales del milenio pasado. El planteo era Gardel montado en un perro Pluto diabolizado hasta siete cabezas. Gardel ofrendaba la copa de la abominación (un vaso de yogur entero).
El resultado fue desordenado. Entonces, al empezar el milenio nuevo, le corté seis cabezas a la Bestia que quedó con una sola (modesta), de Pluto licantrópico.
Gardel se convirtió en un ratón Mickey que quedó tendiendo la mano pidiendo dádivas (actitud teatral trashumante).
Con las seis cabezas cortadas armé dos conjuntos escultóricos que grotescamente homenajeaban a Walt Disney.
En el culo de Pluto, adherí una máquina de calcular antigua.
La nueva versión la tengo fotografiada por atrás del blog, en "entradas antiguas".
Taller. 1999.
miércoles, 20 de octubre de 2010
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iluminación del amanecer, iluminación del atardecer |
La misión sería, recuperar las esculturas que están en la galería De Santi, las que están acorraladas en la librería de la calle Bolívar. Traerlas acá, disponerlas teatralmente, y mirar tranquilamente hacia cualquier suceso alarmante que llame la atención.
O no.
martes, 19 de octubre de 2010
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A través deste bolindroqui. |
Es el tradicional aburrido consecutivo bolindroqui de los suspiros intensos de las resoluciones humanas.
Teclas consecuencias, desvelo intacto.
Bolindroqui que viene de lejos durante esta estadía y sus variantes. lo que fue siendo. Cabezadurismo inexpugnable, aunque nunca repetido, se parece a si mismo en su constancia. Constancia del pecado y la irreflexión. Pecado de los días buenos. Pecado de los días malos.
Leyendo y escuchando, aprendo a decir, aunque el asombro no me de tiempo a entender las tertulias. Cuando se habla no hay tiempo para pensar.
Además...
Quidronibol, incluso iquordnilob según Lewis Carrol, pues de pronto en medio de los sucesos que se deslizan, un fantasma me llama por teléfono desde el pasado y contabiliza las vidas aquellas y nuestras, desde una nonagésima postura existencial. El fantasma vital y móvil en cuestión calma los ánimos, dice que ya todo ha sucedido o que falta poco para quel olvido libere a la historia que aparenta tanta incertidumbre.
El fantasma que acontece no es el mismo de décadas atrás. Día a día le llegan nietos nuevos y con voz cristalina y alegre me deja sus teléfonos: celular y de línea.
Fotografía de Tita Merello. 1962.
lunes, 18 de octubre de 2010
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Borges en la puerta de casa, con basilisco. |
Es otro ángulo, otra toma de la misma escena publicada aquí en un post viejo.
A Borges lo vendí luego de una cirugía, mediante la cual lo separé del basilisco. (Bestia que hacía de lazarillo y mascota del maestro). El basilisco, mezcla de gusano y gallo que mataba a todo el que lo mirara, quedó convertido en lo que titulé "el aviador".
La intervención que separó a Borges del basilisco, fue feliz y sin complicaciones. A lo sumo, el bastón de Borges presenta ahora en el punto de apoyo, un engorde sospechoso que se derrama por la base.
sábado, 16 de octubre de 2010
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El astrólogo y la enredadera. |
Ha mediados de los noventa. El Astrólogo (el comandante de los 7 locos) estuvo por un par de años en el patio del fondo, a la intemperie.
La enredadera de aquel entonces que crecía desmesuradamente y se infiltraba en las distintas propiedades que rodeaban mi lugar de estadía, se entremezcló por los vericuetos de la escultura.
Escultura. 1994. Fragmento.
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La bruja expropiada |
Nel 2002, esta "Bruja" que hice en 1990, desapareció entre un montón de otras esculturas, en medio de promesas prósperas europeas.
Un día hablando por radio con Antonio Carrizo, cuando conté sobre las expropiaciones ejecutadas sobre mi trabajo, rió y dijo: "Conozco. Las cosas viajan al exterior y no vuelven. Sé deso".
Construcción. 1990.
jueves, 14 de octubre de 2010
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la multiplicación de las llaves |
Cuando en el Hogar clausuraron la habitación matrimonial del Sergio y la Santiaga, les quitaron las llaves. Eran dos. Una se guardó en el "Tesoro" de la institución y la otra me la dieron a mi con la responsabilidad de que en ningún momento les abra a la Sergia ni al Santiago, sin la presencia de alguna autoridad de la institución.
En mi celo, guardé la llave en cuestión en algún lugar seguro de mi casa. Cuestión que cuando tuve que ir a abrir para que Santiago recuperara alguna ropa, ninguna de las llaves que llevé en mi llavero abrió la pieza. Hubo que tramitar en el "Tesoro" la permisión de usar la llave allí custodiada. Abrimos, cumplimos con el menester. Cerramos y dejé la llave nuevamente en el "Tesoro".
Hoy Eduardo me convocó para que fueramos a ordenar todo, sacar todo. "Traé las llaves" me dijo y yo, por las dudas llevé todas las llaves que encontré (alrededor de doce acitras).
Llegamos y no encontramos a Santiago. Pero abrimos la habitación.
Entonces sucedió el milagro: la primer llave que usé, abrió la puerta. Me extrañó. Volví a cerrar y a abrir nuevamente usando otra llave: la puerta se abrió. Probé todas las otras llaves y todas abrieron la cerradura. Cerradura que en mi primer visita me resultara inexpugnable y ahora mi docena de llaves distintas, todas abrían.
A Eduardo este fenómeno no le extraño ni le pareció comparable con la multiplicación de los panes y de los peces, del Cristo. Me dijo: "Me parece que le estás dedicando demasiado tiempo al blog. Que deberías dedicar esa energía a algo más importante para vos".
miércoles, 13 de octubre de 2010
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Medio siglo antes de los aloes |
Vivían mis padres y Santiago trabajaba de techista en casa. Donde hoy se enmarañan los aloes, había un cantero nuevo, casi una construcción funeraria, un hueco lleno de tierra y algún malvón. El acceso al terraplen era fácil tanto para los gatos como para los humanos y Santiago se encontraba acomodando libros en la terrazita que hasta ahora llamé "terraplen". O sea, la terrazita tenía característica de fortificación, de asentamiento ante las inclemencias sociales y terrenas. Por ejemplo servía para acumular un par de toneladas de libros, a la imperie, protegidas por lonas.
Andaba Santiago haciendo equilibrio en esas alturas, cuando Stalin (mi gato de aquel entonces. Gato gris y grandote que cargaba un desprecio inconmensurable hacia todo lo humano)se le cruzó entre las piernas, le hizo perder pie y caer a pique sobre los escalones de cemento.
No gritó. Se hizo mierda. Yo estaba en el patio lindero y escuché algo así como un cajón que se estrellaba. Mi reacción fue de enojo: "¡¿Qué carajo está haciendo este pelotas de humo?!". Me asomé y quedé congelado. Santiago estaba con el culo para arriba, tenía la cara amarilla cadáver, los ojos inyectados en sangre, de la boca le brotaba espuma y un gargajo chirlo y largo, fluía. Lo ayude a sentarse en el patio y el hombre ante mis solicitudes de llamar una ambulancia o ir a un hospital, me mandaba a la mierda. Me dió una orden: "Callate. Que no se entere tu mamá".
De a poco se fue parando y sobrellevando los huesos que se le habían roto, empezó a irse. Como que lo importante del accidente era alejarse de él.
Traté de frenarlo pero no pude. Me mandó a la mierda quinientas veces. Ya en la calle mientras se alejaba rengueando y corcoveando, para que no lo siguiera me dijo: "No pasa nada. Aparte de morirme ¿Qué va a pasar?". Arrebató con asco un billete que le tendí y se fue.
Tardó un montón de tiempo en recuperarse (sin la mínima asistencia médica por supuesto), pero al otro día del golpazo, ya estaba de nuevo trabajando conmigo. Lo único que a cada movimiento que hacía le dolía todo y entonces gritaba y puteaba. Parecía que cantaba flamenco y había que dejarlo solo, no ofrecerle ayuda, porque te cagaba a puteadas.
Después, tiempo después, el Chileno me trajo una enredadera que cubrió no solo el cantero, sino que toda la casa y esa enredadera hizo historia en el barrio porque se extendió por toda la manzana.
A finales de siglo, dicté un taller de escultura en papel mache y una alumna me regaló un manojo de aloes, que proliferaron.
martes, 12 de octubre de 2010
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el camino a través de los aloes |
Es el que han construido los gatos para desplazarse a través deste matorral espinoso y suculento que hay en casa.
Los aloes tendían a encimarse unos con otros, endureciéndose sus hojas y afiladas puntas, haciendo sangrar fácilmente a cualquier mamífero que se acercara a él. Así cada vez que cortaba una hoja para usar su savia, esta me pinchaba y yo sangraba.
La furibunda rosca de aloes dividía el paso entre la escalera y un terraplén apacible y deshabitado.
Los gatos amaban ese terraplen, pero para llegar a él debían dar saltos ornamentales exagerados o lastimarse las pieles.
En un principio los vi comenzar a pasar dificultosamente, entre los aloes impenetrables y la pared. A los pocos días los agresivos vegetales que se encontraban contra la pared, estaban destruidos y sus espinas eran blandas. Las del otro lado del cantero seguían duras.
Merced a la persistencia y metódicos meados, los felinos habían armado el camino a través de los aloes y usaban el inexpugnable terraplén para tomar sol, lamerse y a través desa vía, alcanzar terrazas vecinas.
domingo, 10 de octubre de 2010
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Borges-Patoruzú |
¿Hace diez años, lo hice?
Más o menos... Lo terminé, Sheinshon lo expuso y el ingeniero Fiterman lo compró al toque, antes que pudiera fotografiarlo. De todas formas me quedó esta instantanea pobre durante aquel Arteba.
Varias veces había hecho a Borges jugando al truco: con la Sombra, con la Muerte, etc. Trabajé mucho sobre la querida imagen de Borges.
Una experiencia ajena centrada en Londres, me chupó todos los Borges como con una aspiradora y la expropiación me dejó sin ganas de volver al tema. Claro que ni Borges ni yo, teníamos la culpa.
Escultura en papel maché.
sábado, 9 de octubre de 2010
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"Oscar Novoa". |
1967. Antes de estrenar "Libertad y otras intoxicaciones" y usar el "Yoel". Vaya uno a saber que conexión con qué. Fue mi primer impreso en un medio público. "Sol de América". ejemplar 1. Dirigía Anibal Otero al que recuerdo como un hacedor teatral. En ese número había un artículo de Rodolfo Kusch. Un cuento De Brascó. Leo Sala explicaba "Julieta de los espíritus" de Fellini, y se hablaba de Marta Minujin, Alejandra Boero, Gené... Hebe Conte, la amiga de Rubén Masera, publicaba un cuento.
Después hubo un país extraño, difícil de ubicar entre otros países, donde habia una explanada al mar, y pese a la calma imperante, era necesario hacer tiempo sin ningún tipo de futuro al término de ese tiempo. Era tan decisiva la espera que no se podía hacer otra cosa salvo merendar y admirar, pues la geografía y la experiencia estaban contra la pared. Entonces, después de unas cuantas vueltas carnero, en uno de los días del parque Rivadavia, un ejemplar de "Sol de América" llegó a mis manos. Lo puse a la venta en oferta a 2 pesos y no lo vendí. Ahora, años después, escaneo mi cuento dese ejemplar, que haciéndole click-click, se agranda y se lee mejor.
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Aceptación del entorno. |
La manivela que Eduardo y yo tuvimos con Santiago, cumplió un ciclo importante. Resta la muerte como broche. Quedan los ejercicios de vida: Yo hice rutina de jubilado modesto desde los 25 años. Eduardo se formó como comerciante global. Santiago, desde una temprana regencia espiritual de la virgen de Luján y Gardel, siempre jugó a la quiniela. Está también la Sergia, la mujer de Santiago.
En el Hogar los separaron al Sergio y a la Santiaga, hace rato y perdieron la habitación matrimonial, tanto por la demencia ambulante de la Sergia como por los gruñidos y puteadas que Santiago repartía a diestra y siniestra. Y eso es definitivo. Hay que sacar todos los bultos quel matrimonio acumuló en su luna de miel vespertina y tirarlos a la basura.
La Sergia está en el conglomerado de mujeres semiválidas (una peor que la otra) y su solución individual es escaparse del Hogar, Tiene la salida prohibida pero el instituto no es una cárcel, entonces sale a la calle y viaja a Retiro o a Constitución para disfrutar de los cambios de vías, el paso de los trenes y el placer
de viajar en un vagón cualquiera a cualquier lado. Generalmente sale del Hogar después del almuerzo y regresa para la cena.
El Santiago es más secreto, Está alojado en el sector de hombres autoválidos, todas las mañanas visita al tuerto que maneja su puesto, le cobra el alquiler y le afana algún librito para aumentarse la cuota diaria, y anda diciendo por ahí que tiene hijos con otras mujeres.
Eduardo va y viene por el planeta y tiene proyectos.
Yo, sigo haciendo de jubilado que no cobra la jubilación. Sin quejarme, pues tanto Santiago, Eduardo y yo, nos gratificamos como marginales de la vida.
El día de ayer y el de hoy, fueron días lindos.
jueves, 7 de octubre de 2010
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Análisis de la lectura del tarot |
Según el Zoólogo, una persona puede hacerse leer el tarot, una única vez en toda su vida. Él hizo eso conmigo hace treinta y pico de años y ante mi expresión de asombro por los resultados, sonrió y dijo: "Usted es el que quería saber. Ahora... Sabe".
También me dijo que en realidad se podían hacer dos lecturas y hasta tres, dejando lapsos de 20 años entre cada una. Que el núcleo de la lectura estaba prefijado, pero que había variables, "contraefectos".
Terminé de pintar los 22 arcanos más o menos en la época en que realicé la lectura con el Zoólogo. El "Tarot-Gardel" lo expuse en un montón de lados, cuidando de no enmarcarlos como para que fueran vendibles y se diseminaran. El conjunto permaneció incólume hasta el día de hoy que hice mi propia tirada. La terminé en el día de ayer.
Aparte de una definición particular de cada carta. El orden de aparición de los arcanos y su exégesis, sigue estando fuera de mi entendimiento, aunque releí los 22 post de arriba para abajo y de abajo para arriba, un montón de veces. No soy tarotista, ni lo voy a ser (está escrito).
Sea como sea, sin saber si anochece o amanece, acaba de empezar un cambio. La lectura está a la vista y ya no es mía.
Aquí, como comunmente me sucedía con el Zoólogo, el dualismo gnóstico sale a relucir. Una Cosa es leer de la "página principal" hacia "entradas antiguas", y Otra Cosa leer desde la carta inicial en el blog (fecha), hacia "entradas más recientes"...
miércoles, 6 de octubre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
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Arcano I. El Mágico. |
Décimo séptima. Sexta.
Tramoyista alucinado.
Mezcla yerbas paraguayas con el mate. Saca salamines de su corazón, para ofrecer delgadas "hostias" cortadas a cuchillo. Bebe vino tinto oscuro. Con los dados invita a jugar a la generala y al siete y medio, y gana.
La policía lo persigue a sol y sombra.
Óleo. 1982.
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Arcano V. El Papa. |
Decimosexta. Séptima.
Recaudador de almas y bienes materiales, debería ser la carta final, sin embargo la incertidumbre sobre la evaporación de las aguas entre otras importancias, transmuta el poder papístico en un barril sin fondo que sopla y alimenta las tierras debilitadas. Alimento dual, pues a veces quema los gérmenes y abonos, y a veces los prolifera.
Su mano derecha está desnuda y es débil. La izquierda, enguantada, es tremebunda.
Óleo. 1982.
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Arcano XII. El Colgado. |
Decimocuarta. Novena.
Inversión del número 4.
Según la asociación de libreros anticuarios, se trata del hombre que cuelga de su dedo gordo del pie, inflamado.
Es el otro punto de vista de lo que acontezca.
Su opacidad, coherente con la mostración de todos los arcanos, en "El Colgado" se suaviza.
Redención de la perversidad.
Óleo. 1982.
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Arcano ... El Loco. |
Carta novena. Décimo cuarta.
La sabiduría.
El camino.
Al loco lo muerde un perro nel culo, al burócrata lo muerde nel ojete un lobo que acto seguido, engulle al burócrata entero. Al loco, el mordisco lo hace andar.
La energía brota de sus extremidades. Pinta paisajes y recita versos populares.
Óleo. 1982.
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Arcano XIIII. La Templanza. |
La octava. Décimo quinta neste día consagrado a las expropiaciones mediante la violencia.
El equilibrio es una ilusión que se mantiene mientras el que ve la carta está convencido de que la ve (interpreta).
Una de las cartas que al mostrarse suele estar invadida de oscuridad.
Silencio en la noche,
Silencio en el alma.
Esta carta tiende a desaparecer luego de ser tirada. Se pierde con facilidad.
Óleo. 1982.
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Arcano XVIIII. El Sol, |
Décimo sexta del segundo día durante este mes que conmemora la revolución rusa y del tiraje deste "tarot-gardel". Séptima, continuando el día de ayer.
Carta coherente durante los amaneceres y temible por sus efectos. Oriente y Occidente (los gemelos) se someten a la calentura planetaria como si se tratara de una situación solucionable.
Diarreas y unificación inconciente.
Óleo. 1982.
lunes, 4 de octubre de 2010
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Arcano XVI. La Destrucción. |
Sexta carta tirada neste día. Décimo séptima.
D. H. Lawrence, filosofa en "El amante de lady Chatterley" (1928) sobre lo terrible del falo cortado, de la imposición de la cruz sobre el símbolo de la vida.
Una mano externa serrucha.
Lawrence se refiere al serrucho humano muy humano. No al cosmológico, el que se encuentra en otro orden de cosas.
La carta es terminal.
Óleo. 1982.
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Arcano VI. El Amor. |
Tercera carta. Vigésima.
Mario Trejo se desposa, ciego, a los 84 años con una virgen joven.
El arquero le pregunta: "¿Sabe usted lo que está haciendo?". Mario contesta "Sic".
"En vista y considerando" confirma el funcionario celestial, y dispara la flecha que en cámara lenta empieza a recorrer los espacios del paraíso metropolitano y trás su luz van los novios y el nutrido cortejo vertiginoso de amantes e historiadores.
Lo que se une se separa y vuelve a unirse.
Óleo. 1982.
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Arcano XXI. El Mundo. |
Segunda carta del día de hoy. Vigésimo primera.
Los cuatro puntos cardinales: don Carlos, el Pájaro Loco, monseñor Pérez y Agripa Suárez (cuatro santos puros) engloban entre el cielo y el infierno al huevo de Federico Peralta Ramos. Dentro del huevo, doña Petrona lleva un hueso con caracú, para poblar la situación global.
A raíz desta experiencia, Juan Andralis en los setentas, imprimió los 22 arcanos del tarot marsellés en la imprenta de la calle Mario Bravo.
Óleo. 1982.
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Arcano VII. El Carro. |
Primera carta del primer día. Vigésimo segunda y última.
La sensación de triunfo es plena y transitoria.
Consorcios de humanos y humanoides homenajean al cartonero que ocultó la punta de su corbata en la honda de sus partes poderosas.
Los caballos que lo arrastran hacia los frentes, sin dejar de ser comestibles, agradan a los ilustradores publicitarios y evitan pisar la hierba al paso.
El dualismo es simétrico.
Óleo. 1982.
domingo, 3 de octubre de 2010
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las afinidades naturales |
Roberto Páez me decía que ha medida que la biología seguía su curso, se olvidaba cada vez más de los deberes que se imponía de un día para el otro. Seguía sabiendo quién era pero los menesteres inmediatos, esas diminutas revoluciones cotidianas, iban directamente a su papelera de reciclaje íntima.
"Será el alzheimer... No lo sé. Pero olvidar boludeces, es maravilloso. Más que una enfermedad, parece un premio".
Con humor, Roberto fue un maestro natural al que siempre acepté como tal.
Así aprendí de él, importancias que no me dijo. Como ser lo imprescindible de animarse a dar la vida por lo espontáneo.
Un día hablábamos por teléfono. De pronto desde el locutorio vi pasar por la calle una figura fugaz, incierta, de mi pasado. Quedé mudo. "¿Qué pasa?". "Nada. Acabo de ver pasar un fantasma". "Andá ¡Corré tras él!".
Collage. 1981.
sábado, 2 de octubre de 2010
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dibujo viejo |
Lo hice alrededor de 1960, para ilustrar un collage literario que había titulado: "Aventuras de don Juan de los Buenos Aires".
Con el esquema de una adaptación a la historieta de "don Quijote de la Mancha", amalgamé con intención (remedo-acotaciones de mi puño y letra) de continuidad, textos del Frankenstein de Mary Sheley, Villiers de L´isle Adam ("La Eva futura"), Cervantes por supuesto (de la adaptación a la historieta, no de la versión original), y algunos autores más que ahora no recuerdo (supongo que Victor Hugo, Salgari)...
Me gustaría reencontrar aquellos papeles, pero desconfio dello.
viernes, 1 de octubre de 2010
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Leyendo a Petete. |
Eran años de fibrocemento. Papeaba papá Braulio y gobernaba Jacinto Benavente.
El libro gordo de Petete era una relectura, una reelección, una rereligión. Estaba requetebueno pues venía a colores y sus fascículos aparecían a montones en cajones de chapadur.
Ciertamente, una era tocaba su fin. La "a" de "a su fin" se afinestraba abiertamente en aquella década paramilitar decadente (Ver lámina dedicada a la "A" del enciclopédico Espasa Calpe)
Collage. 1981.