"Hace rato", últimamente. Nestos últimos tiempos, porque del tiempo se trata. Mi mediocridad destella cuando llamo "demasía" a siete décadas, aunque en cada segundo acumulado resida la eternidad no entendida.
Estoy podrido de viajar en el tiempo. Uno se descuida y entre dar un par de vueltas entre la niñez y la vejez, se baja un litro de fernet. El resultado es siempre el mismo: el maravilloso olvido con la muerte en medio.
domingo, 28 de febrero de 2010
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fernet |
sábado, 27 de febrero de 2010
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a-n-l-i-o... ñ-w-z-b-p... |
La impresión de las letras del tecleador, viene programada de forma que se gasten borren ha medida que se usan, de forma que la practicidad lleve a comprar otro teclado para poder seguir escribiendo visualizando las letras.
El avance de las letras que se esfuman, muestra que neste hábitat, la letra mas tecleada es la "a", le sigue la "n", luego la "l", la "i", la "o", etc.
Las de mayor perdurabilidad (poco uso): ñ-w-z-b-p...
miércoles, 24 de febrero de 2010
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¿Cómo ¡Palmerita!? |
Los mauricios ignoraban quel cuerpo del tuerto había sido reducido en una fábrica de alimentos para mascotas. No se supo más de él, como tampoco hubo noticias del poeta Vera Miranda, el que un día le dijo basta a lo que previamente le daba con todo. Los mauricios ignoraban mucho pues la vida continuaba, y ellos pensaban vivir por siempre contemplando las acumulaciones de desechos sociales y festejando las flatulencias de personajes adinerados.
Los mauricios eran consumidores no solo de substancias alimenticias, también de ropas de vestir y propiedades inmobiliarias. Realmente, venían de lejos disfrutando de las traiciones tradicionales y aceptando las culpas que les llovían sin razón o con razón, siendo las mejores culpabilidades, las merecedoras de guillotinas súbitas inexplicables. Desde los talones a la cabeza, como si el sueño, simplemente, se mantuviera estrangulando hermanos.
martes, 23 de febrero de 2010
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mail a Oski sobre los tramapunchi del parque |
Todo parecía marchar... Digamos así: "marchar", tal vez como en su momento anduvo el diario "Marcha" en Uruguay...
De pronto, Jota me llama desde su celular del parque (domingo) : "Decile a ese anormal (el tuerto) que saque los bultos de mierda que tiene alrededor del puesto porque mañana viene una camioneta de la municipalidad y se van a llevar toda la merca. Hace meses que le están avisando... Y a Santiago que esté allí cuando llegue la camioneta porque viene con los inspectores". El motivo del operativo, ya lo conocemos: el escandaloso aspecto villero conque el tuerto acomoda los libros alrededor del puesto. La estética municipal no gusta de atavismos.
Yo estaba recién llegado de Entre Ríos, con la luz cortada, Lola durmiendo con una instalación eléctrica precaria y peligrosa... No moví un dedo por la movida Santiaga.
Al día siguiente Jota me llama de nuevo, me dice que habló con vos, que ahí se enteró que estabas en Uruguay y que le dijiste que el tuerto agarrara un flete y limpiara todo. Se lo habrá dicho, pero fue una transmisión inútil.
El domingo hubo un mega operativo municipal y los empleados llenaron de libros y bártulos del tuerto, una camioneta. Levantaron un acta. El titular del puesto (Santi) no se encontraba y no se quién firmó, si es que alguien firmó algo.
Un mundo de mierda.
Se llevaron una camioneta llena desa valiosa mierda, entonces el tuerto distribuyó lo que le quedó apretado (pensando "en vender algo") e inmediatamente el puesto volvió a tomar el mismo aspecto villero expansivo de antes de la acción municipal.
Gran efervescencia.
Varios puesteros amenazaron con tirar ellos toda la mercadería del tuerto al medio de la avenida Rivadavia, Jota los contuvo y me llamó de nuevo por quinta o sexta vez: "Por favor Yoel, hacé algo, no hablés por teléfono con el tuerto. Vení al puesto y mirá qué es eso. Hacé algo porque este fin de semana la municipalidad clausura" "Ta bien -contesté- Mañana paso y hablo con el tuerto".
Hoy por la mañana temprano me aparecí y no había nadie. Una mujer que atiende el puesto de Miguelángelo el diarero, conversó conmigo, se mostró asqueada con el tuerto, dijo que no le dirige la palabra y yo le conté cuentos. A la media hora aparecció el tuerto. Entonces le hablé. Le hablé interrumpiendo sus filosofías súbitas que parecían recursos de amparo: Que a Jota lo conoce desde que era un niño, que no dispone de un depósito adonde llevar los libros, que en su casa no entra un solo libro más, que si yo le decía, ahí mismo levantaba todo y dejaba la ayudantía con Santiago, etc.:
"No se si hoy mismo, pero hay un par de puesteros decididos a meterte la cabeza nel culo. Quieren partirte la columna y asfixiarte en tu mierda. También tienen la idea de que mientras uno te sujete los brazos, otro te cubra la cabeza con polietileno. Te acusan de que por tu desorden ahora la municipalidad ataca los desórdenes de los demás. Bocinando, jodés a otros en su laburo. Si esto sucede, si le llegan a clausurar el puesto a Santi, ni Jota ni yo vamos a parar esa mano. La verdad no se que decirte. Por ahí ganás tiempo si rajás del país. Yo que se..."
Miré arriba del puesto, lleno de bártulos X. "¿Qués eso?" "Un montón de cosas, maderas, chapas, etc. que voy juntando por si hacen falta". "Listo, nada deso te va a hacer falta. Tirá todo y no dejes nada, aunque sean cosas útiles. Después meté todo el librerío allí y dejá el pasillo libre. ¿OK?". Asintió humildemente. "Ponete a hacerlo ¡ahora!". Volvió a asentir y trepó sobre los bultos alcanzando el techo del puesto. Nese momento llegó Santiago a buscar su remesa. "Que te ayude a vaciar Santiago y después aparte de lo que le tenés que dar, pagale por la changa, ¿OK?". "OK".
Antes de irme -tenía cita con un médico del Centro Gallego- ayudé a sacar del techo, entre otras cosas, una cabina teléfonica con todos sus logos.
En un aparte, hablé con Santiago "¿Cómo andás?". "Mal... Si me vieras el culo, lo tengo lleno de mierda. No paro de cagar" "¿Viste al médico del Hogar?" "¡No! ¡Qué carajo!". Y ahí se puso a laburar al pie del tuerto, con mi recomendación de que no hiciera acciones pesadas ni riesgosas.
Antes de irme, lo encaré al tuerto: "¿Me entendiste?". "Si".
Por lo que es, hasta ahora todo quedó en manos de Dios. Más tarde voy indagar...
Vos ¿Qué tal? ¿los robots? ¿Cuándo volvés?
Un abrazo:
Yoel
Scully-Jones. Collage. 1978.-
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A veces el turismo costoso sirve para poder dormir. |
Un pensamiento tipo ectoplasma digestivo, fue agradecerle a la vida por haber dormido bien, o creer haber dormido bien, pues cierta ética compulsaba a dormir mal y a no hacer lo que debía ser hecho.
"Gracias a la vida" es una composición de Violeta Parra que divulgara, entre otros intérpretes, Mercedes Sosa; y la difusión de cualquier concepto, distorsiona ese concepto. Sin embargo la letra de Parra es buena, es honesta y si no fuera por lo que la destruye (su divulgación) no se entendería de que hablo (la letra si se entendería lo mismo). Pues el poema de la compositora chilena, es un ejemplo más que acompaña, digamos, a la canción protesta, el fenómeno hippie, los movimientos revolucionarios, etc., sucesos importantes que merced a su difusión son adoptados a favor de los sistemas de poder mediocre.
Pero estaba en el dormir como punto de partida. No en la felicidad borgeana del sueño para siempre. Simplemente el despertar como inicio de despabilaciones y acciones. Ese descreer absolutista en lo que se va a construir, o que ya se construyó y está tan firme en el sueño o la ideación, que llevarlo a la realidad parece una traición (arreglo económico con la mediocridad).
Estos secretos que no se revelan al imaginario colectivo, parecen egoismos,pero no es así.
Nuevamente hay que hurgar en la mitología para encontrarse a sí mismo y transformar la realidad.
Mi padre decía: "¡Haga algo útil!". Y era cierto y severo. Generalmente me estaba ordenando que pintara una pared, arreglara un caño de agua, o que cambiara los tapones de la luz. Y mi padre no era una persona condicionada por la asimilación de difusiones populares.
Cuando de despertar se trata, lo que hay que evitar, es seguir durmiendo...
domingo, 21 de febrero de 2010
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cama navío |
En la tabla de los sueños recurrentes
la misma mujer de espaldas.
Número de misterios.
La misma
que al descifrarla es otra e increíblemente otra
la misma que reencuentro y trato de mirar a los ojos
voltear su nuca de cabellos a veces atados
a veces sueltos.
La infinita que cada vez que abro y cierro los ojos
aparece derramada
estirada
sobre el cuadrilátero de la vigilia y no vigilia.
La mujer de siempre que nunca estuvo conmigo.
La desconocida que conozco y festejo.
viernes, 19 de febrero de 2010
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El río, los pedos y el cosmos. |
Había un prólogo que hablaba de un viaje a Praga. Anónimo. Prólogo o introduccción a un escrito no escrito, automático de un viaje a Colón (Entre Ríos) donde nadie sabía de donde había venido la peste. ¿Del Gran Buenos Aires? ¿Del lejano Oriente?
La cuestión quel turismo se había reducido a un 40% respecto al del año pasado.
La mayoría de los habitantes desdeñaba las razones simplemente pestíferas y acusaba a las grandes inundaciones y crecidas del río Uruguay que barría con todo.
Yo aparecí mostrando una reluciente panza inflada, un tambor que a la vista de cualquiera se sobreentendía cargada de gases explosivos y pestilentes.
El lugar, una hostería, que convocaba al relax. Entonces pensé en Orson Welles cuando gordo y alcohólico, se hacía transportar en silla de ruedas, y posesionado de la imagen de mi querido actor y director cinematográfico, descargué sonoros pedos en diferentes ámbitos de la hostería. Las lustrosas escaleras que se comunicaban entre las habitaciones, fueron mis preferidas. Pero no escatimé estruendos en la sala de ingresos ni en el restaurante. Todo propiedad de dos hermanos italianos que seriamente amaban la gañota, la recaudación de dinerillos, y patrocinaban una estética ambiental coherente, mediante la restauración y exhibición de antigüedades. Lo único más o menos criticable, eran los cuadros que adornaban las habitaciones de alquiler y demás espacios. En vez de ser originales, contenían fotocopias laser de fotos de personajes antiguos, tal vez históricos. Presumo que era así y que tenían que ver con el pasado de Colón.
Mi presencia entre otros turistas fue soportada, no indiferentemente. Los amables saludos que recibí estaban contenidos dentro de agudas punzantes miradas que intentaban descifrar el misterio que escondía mi aspecto de globo de cotillón que soltaba esporádicos gases voltaicos, capaces tanto de despabilar a cualquiera, como de adormecerlo.
"¿De dónde sale tamaño olor a mierda?": Fugaz imprevisto.
Me asenté en la personalidad de mi admirado Orson, exhibí con soltura mi sobrepeso y acepté el caudal de intrigas con la seriedad de un caimán, apenas socarrón.
Comenzaron entonces las presunciones: "¡Es el fantasma de la peste!" "¡Por él ha disminuido el turismo!" "¡Guarescámonos en los baños termales!"...
En fin, la locura anárquica bajo un sol tapado por nubes.
Entonces me expliqué:
"Señores, señoras... Mis escapes no son la peste. Mis pedos siempre anunciaron los veranos, o los despidieron. Lo que teméis es ecológico. La situación cosmológica nos trasciende. Desde mi gran ignorancia y la vuestra, mis vientos amenizan los viáticos que sean. Dejadlos subir a los cielos... ¡Aceptad los catalinazos! ¡Aceptad los gallinazos!"
Al día siguiente, los cielos se abrieron y comenzó a llegar el turismo que parecía no haber querido llegar.
jueves, 18 de febrero de 2010
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gansos que no eran cisnes |
Patos, cisnes, faisanes y tiempo de eructos.
Eructos que al pie de un inmenso (siquiera tan inmenso) tanque de agua, eran eruptos: transmutaciones de anhelos en minerales, y viceversa.
Se trataba de una laguna con una docena de aves de pico espatulado (a la vista) que me recibieron alborozados porque llegué con una docena de empanadas: dos de carne, cinco de verdura y cinco de jamón y queso. Cuá cuá.
El ave más bello de todo el plumiferío era un ganso que ocultaba grandes plumas violetas. Plumas que inspiraban a escribir con ellas. Escribir o pintar con tinta sobre un papel.
Le pedí al ganso una de sus plumas y no quiso dármela.
Imperceptiblemente, otros cuatro gansos se arrimaron (nunca a mi lado lado) y hundiendo sus picos en sus lomos, se adormilaron mientras yo escribía con un bolígrafo de plástico.
Allà a cien metros, estaban los baños de aguas termales de San José y el tumulto de un 40 % de la gente que realmente debería haber habido.
domingo, 14 de febrero de 2010
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la mujer de Antonio |
Qué manera de hacerse cargo. Tal vez el esfuerzo le cueste la vida, pero ya diseñó que sus cenizas vayan a reposar junto a las tuyas. Que tus diarios vayan a la fundación que en Galicia se va a encargar de publicarlos. Que tu biblioteca galega enriquezca la Federación de Entidades galegas en Bos Aires, infinidad de deberes marciales.
Vos sabés que las cosas no salen como uno quiere, o mejor dicho, como tu mujer quiere. Pero Graciela no ceja en su empeño...
Son mayúsculas tus historias (las cajas con tus escritos lo revelan), el boxeo en Nueva York... Cuando viajaste en los sesentas a España para matar a Franco y Seoane te dió una carta de presentación para que Rafael Alberti te de una mano... Y todo lo que me contó Graciela y yo no sabía, ni lo cuento, porque son cosas de ustedes.
Sabías donde estabas parado y de golpe te olvidaste dello, te agarró la gripe A y te mató.
Graciela me dejó llevar de tu biblioteca algunos libros (soy uno de tus afectos), y a todos les puso un sello: "Antonio Pérez Prado. 1926-2009". También estaba tu amiga, la cantante de tangos en galego, la de aquel DVD que me regalaras (las dos son ahora, hermanas). Tenés que ver lo qués desenfundar tus libros en casa y mirarlos: La Rama Dorada de Fraser, un manual de ferias y atracciones en Madrid, "El viaje al fin de la noche" de Celine (la primera traducción al español)... Lautreamont en francés... Como que esos libros comunes entre vos y yo, más todo lo que escribiste y que llena un ropero de tu casa, me compulsa a escribir, lo que hace falta escribir.
Así es la cosa, Antonio.
A vos nunca te gustó internet, preferías el fax y las minas hermosas. Sin embargo ahora te aparecés como Juan por su casa y nadie dice que seas un fantasma, un ectoplasma, los chicos te asumen como un tercera dimensión internética.
Bueno pibe, hablamos...
viernes, 12 de febrero de 2010
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cajoendiez |
Posibilidad de vida sobrevivida y recauchutaje de la perinola
que gira gira y gira
en medio de las onomatopeyas humanistas que día a día
desaparecen caballerescamente
educadamente (edicto en mente)
nel todo de unos y otros que celebran los pendorchos tras cortinas de humo
Y entonces la promesa mojigata:
"¡Te haré un sanguche de jamón y queso!"
"¡Construiré una jamona en escultura!"
Una jamona de Roberto Duarte, el retrato de un poeta niño, un balazo en medio de una muchedumbre.
Han pasado diez minutos de las diez de la mañana.
jueves, 11 de febrero de 2010
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Restauración del Cristo. |
La pieza es de mediados del 2008 y está dentro del plan "restauración de juguetes".
Se trata de "arreglar" juguetes y adornos varios con el sistema del collage.
Aquí el objeto central es un pequeño Cristo roto de marfil asimilado a elementos de costura. Enmarcado en bronce.
Bajorelieve.
La foto es de Paolo.
miércoles, 10 de febrero de 2010
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maricada |
El diccionario normativo define el mariconear como el hacer de un marica. Gay peyorativamente. Sin embargo el mariconismo es cosa de machos -o de feministas- que por una bajeza cualquiera, cometen mariconismo, traicionan a los demás y a si mismos, buscando satisfacciones personales mediocres (éxitos, realizaciones, adquisiciones, etc.). Le dan peso y cuerpo a sus enajenaciones y entonces cometen maricadas y lo que hacen los averguenza pues se autoreconocen despreciables y quieren abandonar los ámbitos de ese reconocimiento. Cuando esto se agudiza, la muerte es un placebo, pues se valúa por autodeterminación, la pérdida del humor y del amor; y entonces la guadaña del sicópata está presta a zambullirse nestos cuerpos apesadumbrados que se ignoran a si mismos.
En Colombia se utiliza resignificadamente la palabra "maricada", que jamás se entiende referente a un o una gay.
"¡No me venga ahora con esas maricadas!"
Pero vienen con más de eso, pues interiormente calculan que se conocerán a sí mismos nel momento de la muerte, o piensan que la verguenza ha pasado y que la no verguenza empezará de nuevo después de la transición. Cosa que efectivamente, sucede todos los días sin que se tome conciencia de ello. La maricada es una especie de flash de conciencia. La transformación de un marginal en policía, lo ejemplifica.
lunes, 8 de febrero de 2010
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escenario |
Por la mañana, al salir a comprar el diario, la estupidez humana era deslumbrante, parecía un montaje del Circo du Soleil. Cantidad de seres humildes y humillados, recién lavados y empolvados, se pavoneaban altaneros y decididos hacia sus infiernos íntimos. Parecía que se habían juntado a propósito para salutar mi paso, ida y vuelta, hasta la esquina de la diarrea (expendio de diarios).
Se trata de una de las bondades que ofrece el salir del propio encierro, del cotidiano adormecimiento colmado de pesadillas olvidables.
Abrir la puerta de calle es fabuloso. La calle es un escenario lleno de cielo y luz. Sobre todo hoy que no llueve y corre una brisa hermosa.
Será que mi humildad es falsa y mi mugre y desidia, un romanticismo teatral.
sábado, 6 de febrero de 2010
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Hugo Vera murió. |
Una muerte anunciada y sorpresiva.
Hugo comete un suicidio virtual. Hace miles de años que no nos veíamos cuando el parque Rivadavia y los libros (fines de los setentas y comienzos de los ochentas).
Repentinamente, gracias a su memoria, desde el 2007 hicimos comunicación internética. Él me impulsó a construir este blog y desde aquel entonces, nuestra comunicación virtual, fue diaria. De pronto, hoy, se despide de mi y de todos por medio de un correo más. Un correo con un documento para abrir donde hay una carta de despedida a su hijo, prometiéndole estar siempre junto a él. Yo le contesté como si su actitud fuera intrascendente, le contesté snobísticamente, le contesté aceptando lo que fuere.
Estamos muy conectados blogísticamente, geográficamente lejanos.
Supongo que Hugo murió de amor
de "mucho por ver"
de "ojalá sea mentira".
Murió para confirmar sus metáforas.
Su muerte libera a los que permanecen cansados de sufrir y amar, cansados de no saber amar y de no saber sufrir. Su muerte me deja en pelotas.
Ojalá que todo haya salido mal.
jueves, 4 de febrero de 2010
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La luz de los hombres. |
"El hombre desea dicha, larga vida, prosperidad y tranquilidad; para obtener todo esto es preciso que viva en el mundo de la luz. Pero el que quiera vivir en el mundo de la luz, debe usar la nueva invención, la verdadera lámpara de la sociedad americana, Standard Oil Co. de Nueva York. Esta lámpara alumbra con el petróleo de la Standard Oil Co. La intensidad de la luz que se obtiene con el excelente petróleo de la Standard Oil Co. no se diferencia en nada de la luz diurna. Una vez la lámpara llena, puede alumbrar durante diez horas seguidas. Nuestra lámpara puede ponerse sobre la mesa, llevarla en la mano, o bien colgarla en la pared. Esta lámpara procura grandes alegrías a quien se sirve de ella..."
Texto inicial del cartel-anuncio de la "Standard Oil Co." para la importación de la lámpara de petróleo a China.
miércoles, 3 de febrero de 2010
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Así, los diluvios. |
Hace muchos años, cuando escuché los primeros truenos y los siguientes, me impresionaba la monumentalidad de su resonancia terminal, que curiosamente terminaba y en cualquier otro momento de la vida, volvía a tronar.
Por un tiempo, mientras me duró la edad de la razón, pensé que los mismos truenos sucedían nuevamente. No todos... Pensé que algunos truenos (los más escandalosos)volvían a través de los tiempos y reciclaban el pasado.
Así como las lluvias,
entre la luna y el sol.
Ahora pienso que los truenos son todos diferentes unos de otros y que se acumulan como se junta la nicotina en el pulmón humano. Salvando las macro diferencias, los truenos acumulativos parecen ser los síntomas de una durabilidad de vida.