La misiva es para Margot. Habla de la castidad, la poética, el sentido del arte. Hay tachaduras.
Haciendo click en la imagen, esta se agranda y se puede realizar Una interpretación del grafismo.
1942.
domingo, 31 de enero de 2010
sábado, 30 de enero de 2010
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Fantasmas de los lunes y los viernes. |
Por ahora,no se hasta cuando,
se mantiene el horario de los lunes y los viernes por la tarde, cuando atiendo la librería.
Ese horario se puebla de fantasmas,
de visitantes que a veces son tan fantásticos que no los veo.
Así, en la quietud del calentamiento actual, oigo ruidos,
arañazos y correteos
que cuando voy a ellos, no los encuentro.
Pero en otros momentos, hay un metamorfoseo que acalambra, pues el ambiente se llena de picardía, sorpresas y secretos.
La luna se descubre despampanante en medio de la circunstancia libresca.
A veces los fantasmas momentáneos y yo somos enemigos, pero esa luna u otra cualquier burbuja nos destapa con continuidad de ríos, de cataratas ilusionadas o no.
No hay más que cruzar una especie de puerta para llegar al baño que ofrece un inodoro que tiembla y fácilmente descarga un poderoso irse las cosas y, volver las cosas. Generalmente cuando un fantasma me pide permiso para pasar al baño, a lavarse las manos por ejemplo, pues ha toqueteado acumulaciones temporales, escucho la explosión que produce la caida de agua y la fanfarrona aparición desaparece, huye por los conductos cloacales.
Continuamente cada circunstancial decide ser quien cree ser, pues en la librería los libros abundan y cada lunes, cada viernes, los libros son cada vez más secretos.
viernes, 29 de enero de 2010
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Roberto Páez dormía la siesta. |
"No dejes para mañana lo que pudiste hacer ayer"
También:
"No dejes para mañana lo que pudiste hacer hace tres años"
También:
"No dejes para mañana lo que nunca hiciste"
George Burns, cuando representó a Dios en 1977, dijo:
"Jesucristo es mi hijo, Buda es mi hijo, Mahoma es mi hijo, tú eres mi hijo, el hombre que te vendió el bistec a once dólares, es mi hijo..."
jueves, 28 de enero de 2010
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anonymous |
Nela literaria dos blogs, vaya jóse saber quién usufra los jóses valentinos o no direccionales. Lenguaje de goma.
En un viejo post yo contaba de como había que hacer para obtener un plato de merluza con puré. Me refería a algo personal entre el doctor Fernando y yo, que a lo sumo involucraba a alguien más que atisbaba allí - o allá- zafar de la pena de muerte y obtener algún rédito en las materias primas que la zona pudiera proporcionar: el personaje a cargo del transporte a Burzaco de un lado para otro.
Yo Daba nel escrito, todas las instrucciones del doctor Fernando, que hoy, como Dios manda, se encuentra internado en el neurosiquiátrico Alvear, el neurosiquiátrico "familiar".
Entre Fernando y yo conversamos (y yo describí nel post esa conversa) cómo llegar al lugar (la casa de su padrastro), el caserón allá lejos donde las cosas y el reconchaje de viejas abuelas, etc.
A los "comentarios", primero llegó un "anonymous" (Mouse con anónimo) diciendo que "todos están locos", lo que era cierto, pues deso vivíamos el doctor y yo, y nos daba para comprar queso fresco... A mi me daba parael queso fresco, a Fernando no. A él había que comprárselo.
Y aquello quedó allí, a la distancia, hasta que hoy llegó otro "anonymous" explicando que siguiendo todas las indicaciones, una familia llegó al lugar y en aquel lugar ("de cuarta") los sacaron cagando, y que enseguida -otra gente del lugar- los robó a mano armada. Tónces el involucrado nesta cuestión me tiró la bronca y desilución: "¡Metete la merluza en el culo!".
En solo darle bola al asunto, me provocó percibir y deducir, prestar atención. Y todo es digno de literatura y realidad. El prurito es con la merluza nel culo. Hecha filete no habría problema. Cruda y muerta, tengo el mismo temor que Henry Miller. Miller no se calentaba por la introducción. Rechazaba cuando había que sacar el pescado del orto, por las escamas, que funcionaban como una traición. Al escritor le gustaba su culo para excretar, nada más.
Mi madre cocinaba filetes de merluza, y esos filetes hoy son inhallables neste mundo.
miércoles, 27 de enero de 2010
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Castelpoyitedesco. |
Qué ganas de alcoholizarme como en aquellas primeras adolescencias.
A ello.
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El resto es breve. |
Hablar o escribir.
Recuerdo el efecto que me produjo un poema de Borges publicado durante los primeros ochentas en el diario Clarín. Recuerdo el efecto, no el poema.
Me cambió la vida. Como que un dial, sorpresivamente, me comunicó con una percepción atemporal clara y diáfana, me sobrevino una explosión de lucidez, por lo menos desde Boyacá y Gaona que fue donde abrí el periódico y descubrí el poema, hasta lo que nunca se sabe.
Consecuentemente, se escribe tanto pero tanto, y se lee tanto pero tanto, que todo ha de ser cierto, aunque no se ilumine siquiera un cacho de ciudad por ello, pues: "nadie lee ni escribe", o: "alguien escribe y lee".
El carozo es simple y tiene don de vida y don de muerte. No se si digo las palabras correspondientes, me refiero a la sensibilidad humana por encima de las historicidades que acontecen.
martes, 26 de enero de 2010
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El olvidadizo. |
Escultura (detalle). 1994.
Representa al "ladron de libros". También: "librero".
Su particularidad, aparte de su capacidad manual de prestidigitador, (la escultura muestra unas manos muy grandes y extensivas. Manos de pianista capaces de romper cocos), es su cualidad de olvidar mucho de lo que hace. En él es normal que luego de una noche de amor intenso con una mujer, al día siguiente al cruzarse con ella, no la recuerde.
De todas formas, la contabilidad existencial del personaje, es impecable.
Lo mostré en "La Arltiana", como un personaje más de Arlt, quel escritor no describió.
Foto Paolo.
lunes, 25 de enero de 2010
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Continuidad de los mazazos. |
El verbo sería el origen de un encadenamiento rápido de sucesos.
Amplios salones de caserón antiguo.
Discursos y disertaciones confunden a los patios que no llegaron a ser baldeados porque los recuerdos murieron sorpresivamente. Las baldosas se confundieron mediante un caleidoscopio de percepciones.
Elizabeth la caribeña, decía durante el siglo pasado: "Si un policía me pide documentos, le pego un tiro en la cara".
Pues el verbo es original si es real. O sea, ante el "hacer" puede mediar toda la fenomenología ontológica de Sartre, o no.
Grandes habitaciones de antiguos caserones conteniendo abigarradas bibliotecas y muebles, o en demolición.
sábado, 23 de enero de 2010
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Diálogo entre la Muerte y Saturno. |
- Cada vez, te estás poniendo más canchero...
- Seguramente.
- Cada vez que te ocupas de ti mismo, vas reencontrando el sonajero, o Los sonajeros...
- El sonajero se lo preste a Paolo para que lo arreglara y ahora Paolo se olvidó que le presté el sonajero para que lo arreglara. No recuerda la gestión.
- Vieja historia ¿Verdad?
- Es como una matemática ineludible e individualista, personal de Paolo.
- ¿?
- Sucedió con un catálogo de marionetas y semáforos. También se olvidó que se lo había prestado. Claro que yo tampoco rememoro mis olvidos... Supongo que cuando el amor iluminó su pálida luz, allá lejos, festejó la naviza el más olvidadizo de los dos.
- No solo en eso. En mucho más que en aquellos primeros romances, es que te estás convirtiendo en un canchero exhaustivo.
- No se a que te refieres con "canchero". "Canchero" es jerga, como "negro", "ganso", etc.
- Los olvidos. El viejo latín adherido a las palabrejas que te llevan y traen. Los olvidos sin fonética serían Nada.
- ¡Fuerza mayúscula de aquellos pedos que por la madrugada despabilan a los enamorados!
- Efectivamente. La cuestión jurídica es lejana a nosotros.
jueves, 21 de enero de 2010
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(Telefónica) el objeto del mazazo. |
Durante un ciclo de vida, hay un tiempo en el que el objeto del mazazo, realiza llamados telefónicos, llama a los demás buscando desencuentros, diseñando esqueletos y armaduras que sostengan sueños o pretensiones (equilibrios fatuos).
Y hay otro tiempo durante el mismo ciclo vital, en el que el objeto del mazazo, recibe él, llamados telefónicos. Propuestas, salutaciones, pedidos de algún tipo de materia, cëtera.
Se trata de experiencias, aunque no únicas, escasas, pues trás ellas hay método y pedagogía.
El logro es llamar (insistir) adonde no atienden, y no contestar los llamados que llegan.
miércoles, 20 de enero de 2010
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Cëtera, en latín: "y lo demás" |
Es ordenanza municipal punible de multa, que los motoqueros utilicen a partir del día de hoy, chalecos antibalas y cascos de telgopor macizo de 1 metro de diámetro.
Luego, tanto en las normativas generales como en las demoliciones, transportaciones y etcéteras citadinos, prevalece esa actitud silenciosa que no acata, no responde... Confronta.
Entonces el exceso laboral motoquero, mezcla de dengue con tábano robotizado, es la terapia comunicativa común ante el inicio de la diaria faena mediocre y efervescente. Sobre todo porque cualquier piojo humanizado que se reinicia a sí mismo cuando el planeta se agacha en ángulo de inicio, es arrollado por otro piojo humanista que repentinamente, y entre otras cuestiones, derriba un edificio idealizando un horizonte fugaz a martillazos.
¿Qué persigue el humanista derribador y paisajista?
Construir un parqueadero para motoqueros correctamente embalados cada uno dentro de 3 metros cúbicos de telgopor, apilados por tamaño. Pues también habrá telgopores que embalarán 5 metros cúbicos y su estadía cotizará más.
Angustias del dinerillo humano, las alimentaciones sanguíneas, y lo demás.
martes, 19 de enero de 2010
domingo, 17 de enero de 2010
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reencontros |
Hoy en la madrugada volví a ver a mi padre, por segunda vez desde que murió. El encuentro fue tan alegre como el primero. La sorpresa nos iluminó y nos abrazamos. Lo noté más delgado y disminuido que la primera vez, pero contentísimo de verme y yo a él.
Cada vez que lo veo sin esperarlo, el orden de las cosas centellea y luego de un fogonazo sin luz, interno, aceptó la realidad que sea.
A mi madre la reencontré una sola vez después de muerta, y también fue una situación feliz. Feliz por lo inusitado del reencuentro, pero en aquel momento hice lo que nunca había hecho con ella en vida, la abracé y le dije: "Mamita querida". Entonces, lloramos.
sábado, 16 de enero de 2010
miércoles, 13 de enero de 2010
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Entonces... se queda pensando. |
Se le dice "novela" debido a una especie de ósmosis cultural (bautizar con algo que libere explicaciones de lo que esté sucediendo dentro de la molleja creativa).
Cuando cualquier creador, dice: "Tengo que terminar mi novela" se está refiriendo a su "obra", su "opus".
El factor biológico en la "creación" es dialéctico, pues los cambios transforman el opus aunque ese opus parezca ser el mismo.
Todo este trámite creativo es muy inferior respecto a la sencillez de la vida que naturalmente se expande hacia la obtención de la Nada.
Sucede entonces quel creador se queda pensando, y al verlo así abismado en su íntimo universo, otro creador, le pregunta:
- ¿En que estás pensando?
Y la respuesta del genio es absoluta:
- En nada.
lunes, 11 de enero de 2010
domingo, 10 de enero de 2010
sábado, 9 de enero de 2010
jueves, 7 de enero de 2010
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sandro y gardel |
Gardel, entre el Chileno veinteañero y yo aún adolescente, fue un superyo que nos unificó. Cuando lo escuchábamos a través de la radio, sonreíamos siendo los dos Gardel durante una burbuja que estallaba. Con Sandro era distinto, cuando aparecía por radio, lo dejábamos cantar.
El Chileno se parecía a Sandro de cara. Yo me quería parecer al Chileno y a veces fuimos confundibles, pero nuestras imágenes ligaban con el prototipo de estudiantes de secundario privado, jamás con "Sandro y los de fuego".
El Chile se parecía a Sandro en palidez, labios y ojos. Yo lo único que podía imitar, era el cabello oscuro caído al costado de la frente, común a los tres.
Entre aquel entonces y hoy, la vida fue larga. Viajando por países, escuché a Gardel, escuché a Sandro, y vi películas.
Al regreso, exageré un consumo auditivo de Sandro y de Gardel. Lo que tenía Sandro a favor era que cuando lo escuchaba, me hacía bailar.
El Chile se murió sin que nunca charláramos este tema. Entonces envejecí solo viendo como Sandro envejecía por televisión. Aquel joven andrógino enfundado en cuero negro se convirtió en un jubilado panzón que bonachón y satisfecho se estrujaba las pelotas frente a un público inmenso colmado de mujeres maduras. Lo admiré.
Los detalles que conducen a la muerte, no necesitan explicaciones pues son inevitables, y sucede quel que se va, se va y el que se queda, se queda y escribe sensiblerías breves, o sensiblerías largas...
miércoles, 6 de enero de 2010
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Sobre la difusión de las escrituras |
Situación de los escritos y los lugares adonde los escritos son expuestos a la revisión y a la omisión pública. Supongo que nadie sabe porqué sucede esto. Nadie sabe porque hace calor y porque hace frío. Nadie sabe lo que dice porque la humanidad es un suceso empírico y tanto los paisajes como los firmamentos celestiales, son percepciones increíbles. El ejercicio literario (el ejecutado y el asumido, el ejercicio literario inabarcable -blogs mediante-), entonces, es como decía humorísticamente el Chileno joven, una forma de soportar el transcurso del tiempo, y también una proyección del ser humano empírico, una ortopedia tecnológica cada vez más dúctil y extensa, atávica.
Generalmente los escritos tienen forma de libros y los libros comienzan con un título, una portada, y siguen. Algunos libros tienen importancia muy humana, como ser "Las Confesiones" de San Agustín, "El Capital" de Marx, etc.
Omar Viñole se enfrentaba con este tipo de libros, "libros importantes", de una forma personal y directa y su forma de asumirlos era escribiendo lo que le provocaba la lectura, sobre las mismas páginas impresas desos libros. Todos los libros de la biblioteca de Viñole (biblioteca sin desperdicio) tenían sus opiniones manuscritas en las páginas iniciales, las páginas intermedias y finales aparentaban, en todo caso, haber sido apenas hojeadas más con desilución que con interés y por supuesto, no mostraban la mínima anotación manual de Viñole. Roberto Arlt por su lado, manifestó en un "aguafuerte", la inutilidad de los libros, pues ninguno transformaba a la sociedad. Con cierto resquemor salvaba del montón, a La Biblia y a las crónicas periodísticas de la Segunda Guerra Mundial, que acompañaron al escritor en sus últimos años de vida.
Recuerdo que cuando el Chileno se burló de lo que hacía casi todo el tiempo que estaba despierto (leer), estaba leyendo detenidamente a Heidegger en alemán ayudándose con un diccionario.
Llegar al final de los libros, practicar una lectura como la que realizara Carl Jung del "Ulises" de Joyce (tal vez la única lectura completa del "Ulises" que se llevó a cabo durante el siglo XX), es "llegar a las heces", a la mierda propiamente dicha.
Tal vez por antiguas situaciones paralelas a este ejemplo, los etimólogos usaron la misma palabra para definir el estudio de los excrementos digestivos y las ciencias del espíritu: "escatología".
Sea como sea, a mi me parece que en toda expresividad oral o escrita, hay una chispa de lo que debe ser dicho y entendido, y se me hace que lo que debe ser dicho es de una simpleza infinita, significativamente incomprensible.
El "Aleph" debe estar manifestado miles de veces ante los humanos, pero su percepción es homeopática.
domingo, 3 de enero de 2010
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siluetas de mujeres a lo lejos, treinta años después del destete |
La imagen debe ser anterior, tal vez rescatable de las primeras percepciones, aunque por ese entonces las mujeres eran desde todo punto de vista, cercanas y tangibles. Yo estaba más cerca del destete (1943) que de las ilusiones perdidas.
Cuando cuento estas cosas, generalmente se me ocurre decir "Corría 1973" y este fenómeno ocurrió seguramente en 1974, por no decir 1975, pues el tiempo pasaba volando. Por ese entonces, en la isla de San Andrés en una noche de luna llena, en el horizonte de la delgada carretera de asfalto que bordeaba la isla, vi dos siluetas de mujeres al viento, con vestidos blancos y piernas desnudas sin zapatos. A ellas fui y ha medida que me acercaba, ellas se alejaban. Y aquello era interminable, hasta que de pronto la luna se cubrió y las efímeras mujeres desaparecieron. Me vi solo y loco de deseo, ante el portón del cementerio de San Andrés. Sospeché que las mujeres eran fantasmas y que me aguardaban en la plenitud del camposanto.
Pero no me animé a satisfacerme, no entré al pacífico predio y retorné a la cabaña adonde pernoctaba.
Ahora y desde entonces, cada vez que veo una mujer a lo lejos, me excito. Y cuando me acerco, todo cambia. Generalmente recrimino mi exaltación espontánea, y a veces enloquezco de amor.
Generalmente, cuando las siluetas y yo nos cruzamos, seguimos nuestros caminos, mirándonos o sin mirarnos.