la sangre del poeta de Cocteau, la sangre de Esenin
Versículo
Inocente beso en el culo
Hay un pedazo de intestino en el piso, después alguien lo pisa...
miércoles, 26 de noviembre de 2008
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Cejas altas |
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primer orden hacia el desparrame |
Los recuerdos dejan lugar a la espectación
Los botones se unen a los hilos de costura, alfileres y agujas
Las cintas de colores llenaron varias cajas y se anexarán a los bordados antiguos
Los juguetes de plástico, reunen cuerpos humanos por tamaño (en bandejas) rodeados por vehículos e instalaciones (en bolsas)
Los collares, aros, prendedores y fantasías varias, se están enlatando
Etcétera
Etcétera
jueves, 20 de noviembre de 2008
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pulsión |
Tal la acumulación de no conocimientos, no lenguajes y, menos gramáticas, que me acostumbré a demasiado pulsear el mástil de envergadura creyendo sintonizar así al cambiante mundo.
Pulsión, pulsear, pulsar, compulsión, masturbación.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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¡Socorro, X-504! |
Sería más simple incorporar imágenes que imaginar imágenes.
Considerando la fusilación (el paredón) como meta, el "mientras tanto" es ocio descarado y cualquier onanismo es recatado y acatado (ácaro que ara). Los orgasmos (virtuales y no virtuales) se olvidan antes de ser.
Hablar lenguas, cortar el frenillo de la lengua, sería entonces un problema tecnológico de notoria envergadura, melancolía alada ante el burocrático pelotón de fusileros.
jueves, 13 de noviembre de 2008
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cigarrillos gregorios |
El dr. Gregorio acababa de informarme que con el fin de dejar el vicio del cigarrillo (fuma diez atados diarios, tabaco clandestino sumamente barato), le van a administrar un alopidol que no requiere internación. Se trata de un alopidol-home que se puede administrar (durante seis meses), en el domicilio particular del fumador. Incluso el doctor dice que va a poder viajar y llegarse hasta la librería, pero que no va a poder hablar con los clientes, porque esta medicina si bien no le va a provocar el derrame de baba, lo va a dejar muscularmente rígido con dificultad de articular vocales.
Podrá si, reir una risa ilustrada de caries. Y cuando ría, su sonrisa quedará horrible, enmarcada por la librería. Bizarro puré de huevo duro con dientes.
De todas formas, el tratamiento comenzará una vez terminada la película que va a filmar "Cuatro hombres para una poronga". Mientras tanto fuma y novía con la soviética Tatiana.
domingo, 9 de noviembre de 2008
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hoy en el rivadavia |
Hoy al mediodía, pensando en leer algo durante el colectivo de regreso a casa, compré a $ 2,50 la tercera edición de "Vidas que pasan" de Vigil con ilustraciones de Ribas.
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de don Constancio |
"LA DiCHA"
"Heredó una gran fortuna y se dedicó a lo que parecía más fácil: gozarla. Convertiría los millones en placeres. Refinó sus gustos, inventó caprichos, estropeó su sensibilidad, sus órganos, sus sentidos... Llegó por fin, a sentirse triste y aburrido. Tan triste y tan aburrido que resolvió imitar al padre muerto y trabajar, mejor dicho, hacer trabajar a otros, porque él continuó en su ocio y en sus vicios. Inició una explotación agrícola en gran escala. Un millón y medio en tierras. un millón y medio en maquinarias y animales, un millón y medio para los primeros tiempos... El fracaso de la explotación fue tan completo que el multimillonario salvó apenas la piel.
Se fue a vivir en el campo, desengañado de la ciudad, avergonzado de su bancarrota. Se conchavó de peón en un establecimiento muy lejano.
Se vió forzado a emplear sus energías; a encontrar el placer de vivir y la perdida alegría.
Sufrió hambre, sed, fatiga, sueño, y descubrió raros y profundos goces en la satisfacción de esas necesidades naturales.
Ahora es sano, optimista y feliz".
Constancio C. Vigil
Vidas que pasan
1946. Editorial Atlántida. 3ra. edición
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de don Constancio |
"¿ARTISTA? Sólo él comprende su arte, mientras traga el veneno del menosprecio y el olvido.
Asegura que no hay en el mundo más que imbéciles.
Y no es sino uno más de aquellos que se interponen entre las verdaderas obras de arte y el pueblo; de los que ponen millones de abominables cuadros delante de los obras de Leonardo, de Botticelli, o Velázquez; millones de libros junto a los de Cervantes, Shakespeare y Goethe; de los que hacen sonar su música los trescientos sesenta y cinco días del año, y no dejan oír a Bach, a Beethoven, a Mozart o a Chopin.
Por culpa de ellos, el vulgo llega con dificultad hasta las obras maestras y no sabe todavía lo que es un escritor, un pintor, un músico".
Constancio C. Vigil
"Vidas que pasan"
Editorial Atlántida
1946. 3ra. edición.
sábado, 8 de noviembre de 2008
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hamlet, romeo y julieta... |
La obra era de Shakespeare. Mí papel era el protagónico. No había habido ensayos y yo no conocía a los otros actores ni al director. Se trataba de un planteo experimental. Todos nos resolveríamos el día del estreno.
Cuando llegó el momento, invité a un grupo de amigos y busqué el camino a los camarines. El teatro era breve y perfecto: quedaba en medio de un pasillo con butacas en peralte a ambos lados.
Al encontrarme con otro actor del elenco, lo supe famoso aunque no recordé su nombre. Fue muy afable y me recomendó que esperara un minuto que ya venía el director. El director apareció inmediatamente acompañado por su asistente (una señora). Me presenté: "Soy el protagonista -casi le expreso toda mi asunción hacia la experiencía en vista, pero abrevié- ¡Aquí estoy!¡Hagamos Romeo y Julieta!". El director sacudió la cabeza cariñosamente: "Te dije que teníamos que entrevistarnos previamente... No vamos a hacer Romeo y Julieta, vamos a hacer Hamlet". El director mantuvo su sonrisa sacudiendo negativamente su cabeza, pero me miraba como esperando a que yo clamara "Está bien, ¡Hagamos Hamlet!". Pero no, mascullé: "O sea que mi protagonismo está rechazado". El director se encogió de hombros y dulcemente se alejó. La asistente de dirección me encaró entonces y barboteó un texto larguísimo sobre antiguas y modernas técnicas teatrales. Lo que si entendí de todo el pedorreo, fue que mi papel lo iba a hacer Pedro López Lagar.
Pensando en los amigos que había invitado y que no me iban a ver aparecer en escena, fuí a darme una ducha caliente.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
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imposible? |
Saber en que lugar está la lapicera que escribe. Que nunca es la misma.
martes, 4 de noviembre de 2008
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aniversario |
Al cumplirse un año de mi primer post, un francés diseñador y fotógrafo de "Le Monde", me dijo: "Si no existiera Internet, yo no tendría trabajo". Me lo dijo después de que fotografió mi taller, mientras -en taxi- cruzábamos la ciudad.